Cobelli prepara la despedida

"Por más que López me llame, me voy de Newell's", dijo el goleador leproso, que quedará libre después del 30 de junio

Sebastián Cobelli desanda los últimos días en Newell's Old Boys, más precisamente los últimos quince. El 1º de julio, uno de los buenos goleadores rojinegros que dio las inferiores en los últimos tiempos, dejará casi en silencio el club que lo vio nacer. Con el pase en su poder, después de haber jugado los dos últimos años sin contrato, espera alguna novedad que lo lleve a otros horizontes, aunque no quiere decir nada "por respeto al hincha de Newell's, porque soy jugador del club hasta el 30 de junio".
Cobelli, al igual que Diego Quintana, venía jugando por el 20 por ciento (es decir por el sueldo más el 20 por ciento del mismo, sin recibir primas) y nunca se puso de acuerdo con la dirigencia leprosa para acordar. De un lado decían que le ofrecían muy poco; del otro, que pedía demasiado.
Más allá de eso, Cobelli (cuyo pase es de Newell's y del empresario Marcelo Simonian en partes iguales) no quiere entrar en polémicas, quiere vivir sus últimos momentos en el Parque "tranquilo, disfrutando lo que me queda y sin agarrarme con nadie", aunque por otro lado se muestre preocupado porque "todavía no tengo dónde ir. Yo me la jugué como un caballo, porque no me voy teniendo algo firme si no que no tengo nada. Eso me me tiene muy preocupado".
-Pero, ¿no tenés nada? Se habla de que tenés ofertas.
-No, en serio, no hay ninguna novedad. Además, no quiero que se hable de mí. Quiero disfrutar las vacaciones, volver a entrenarme el día 25 y después irme. Si no aparece nada para entonces le pediré permiso a Tatín Donsanti para entrenarme con él en el parque Urquiza.
-¿Con jugadores libres?
-Sí, él tiene un grupo y me iría a entrenar con él, pero igual todavía es prematuro eso.
-¿Hay o no interesados en tus servicios?
-Han venido a hablarme, nada más, pero no quiero que se mencionen clubes de acá o de afuera porque no es cierto. Hace algunos meses sí había algo más firme pero ahora no.
-¿No hay ninguna posibilidad de seguir en Newell's?
-No, ya no hay vuelta atrás. Hace rato que el presidente López no habla con mi papá o conmigo, y él quedó en llamarnos para arreglar el contrato. Por más que ahora me llame, algo muy improbable, me voy de Newell's.
-¿Te vas mal entonces?
-Seguro. Contra Independiente quería jugar para despedirme de la gente y no pudo ser. Y me voy mal porque no me dieron continuidad para poder explotar. La gente no me pudo ver en mi mejor forma.
-¿Te colgaron?
-Ni quiero pensar en eso. Me cansé de pensar si no jugaba porque no me dejaban o por otro motivo. Una vez López admitió que no quería que juegue pero después lo hice. En los últimos tiempos no me pusieron en el equipo y tampoco quise pedirle a Ribeca que me deje estar en la reserva. Hasta de eso me cansé.
-¿Revertir los insultos de la hinchada por aplausos fue lo único positivo de tu última temporada en Newell's?
-Sí, creo que sí. Antes era un jugador rechazado sin motivo pero lo pude cambiar gracias a que me di cuenta, tarde, de los errores que cometí. Me dediqué sólo a entrenar, a sacrificarme y eso se pudo reflejar. Yo sé a que muchos no les gusta mi juego y está bien, pero ni a ellos ni a nadie se les puede pedir nada sino brindarles todo.
-¿Cuáles son las causas de las pobres campañas de Newell's de los últimos torneos?
-No sé, no quiero hablar de eso pero sé que cuando ganamos, ganamos todos, y cuando perdemos, perdemos todos.