Año CXXXIV
 Nº 49.146
Rosario,
miércoles  13 de
junio de 2001
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Bush inició en Madrid su gira europea refirmando sus políticas más objetadas
Con Aznar tuvo un cálido encuentro, pero hoy deberá enfrentar las críticas de la Otán a los antimisiles

Madrid. - El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, desestimó aquí al Tratado de Misiles Antibalísticos (ABM, 1972), como "una reliquia del pasado", mientras enfrentaba críticas de toda clase al comienzo de su primera visita oficial a Europa.
El mandatario inició en España su primera visita oficial a Europa y aprovechó una reunión de prensa conjunta con el presidente del gobierno, José María Aznar, para abordar temas como defensa, el calentamiento global y la pena de muerte, por los cuales ha sido atacado en el continente. No se apartó de sus puntos de vista.
Bush también tuvo su primera experiencia de protestas callejeras, que se espera lo persigan durante su gira de cinco días, que lo llevará a Bruselas para una reunión plenaria de la Otán, a Suecia para una cumbre Estados Unidos-Unión Europea, a Polonia y a Eslovenia, donde tendrá su primera reunión con el ruso Vladimir Putin.
En Madrid, más de un millar de manifestantes se congregaron fuera de la embajada de Estados Unidos gritando "Bush go home", mientras agitaban pancartas con críticas a sus posiciones, fundamentalmente respecto al medio ambiente.
Hablando un día después que fue ejecutado el autor del atentado de Oklahoma City, Timothy McVeigh, Bush dijo que la pena de muerte, que es legal en Estados Unidos pero está prohibida en todos los miembros de la Unión Europea, "no es un tema fácil para ninguno de nosotros. Entiendo que otros no estén de acuerdo con esta postura", reconoció. "Las democracias de Europa reflejan el deseo del pueblo de Europa. Eso no significa que no podamos ser amigos y trabajar en temas comunes e importantes para nuestro pueblo. Y con este espíritu viajé a Europa".
Durante la conferencia con Aznar, Bush agregó que el Tratado de Misiles Antibalísticos de 1972 (ABM, en sus siglas en inglés), que fuera la base de la estabilidad nuclear de Estados Unidos y Rusia durante tres décadas, ya no era útil. "El tratado ABM es una reliquia del pasado", dijo Bush. Hoy en Bruselas deberá escuchar la réplica europea (ver aparte).
"Señor Pena de Muerte", "Texano tóxico", el hombre de "las tres B" (por biblia, béisbol y barbacoa), fueron algunos de los epítetos que comenzó a recibir Bush de la prensa Europea.
"El más ligero error de sintaxis, la menor confusión entre Eslovenia y Eslovaquia, confirmará todo prejuicio de moda en la centroizquierda europea de que el presidente número 43 es un ignorante petrolero de Texas, sediento de sangre, excedido en su prepotencia", dijo el Independent, de Londres.
La radio francesa apenas pudo ocultar su regocijo el martes, al mencionar la más reciente metida de pata del mandatario, cuando al referirse a su primer anfitrión, Aznar, lo llamó "Anzar". Pero, pese a este ligero traspié, el paso por Madrid de Bush y su encuentro con los reyes, primero, y con el jefe de gobierno, el conservador José María Aznar, tuvo un clima positivo de coincidencias y de cortés disimulo de los desacuerdos.

Apoyo contra ETA
Bush elogió la transición del país ibérico a la democracia tras las décadas de dictadura del general Francisco Franco. Bush también prometió apoyo para que España luche contra el terrorismo de los separatistas vascos de ETA. Por su parte, Aznar dijo que Bush prometió un "apoyo específico", para la lucha de España contra el grupo armado separatista. Sin embargo, un funcionario se negó a detallar en qué consistiría dicho apoyo.
El gobierno de Aznar se niega vehementemente a negociar con ETA, que ha causado 800 muertes en sus 33 años de campaña independentista.
El funcionario, quien habló a condición de permanecer anónimo, dijo que los dos líderes no abordaron el tema de la pena de muerte, pese a las crecientes preocupaciones de los españoles por dos conciudadanos condenados a morir en Estados Unidos. Recientemente, un tercer ciudadano fue liberado luego de pasar años a la espera de ser ejecutado en Florida.



Bush y Aznar se dieron un fuerte abrazo y luego comieron gazpacho.
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