Capitán Bermúdez. - Luego de más de un mes de paz, los trabajadores municipales volvieron a tomar la sede comunal en reclamo de una deuda que en algunos casos trepa a cinco meses de salario. Ayer a la tarde, tras frustrarse nuevamente una reunión que iban a mantener con concejales y el intendente Gerardo Carlucci, los obreros hicieron una ocupación pacífica hasta las 18.30, esperando respuestas por parte de Carlucci. Como saldo, sólo quedó la detención del titular de la CGT San Lorenzo, Edgardo Quiroga, (ver aparte) por un pedido de captura que obraba sobre él desde hace un tiempo, el cual no está relacionado con lo sucedido ayer.
"No fue una toma", repetía a la tarde un dirigente gremial. "Estuvimos esperando al intendente a una reunión y en lugar de venir él nos mandó cincuenta milicos", sintetizó.
La tarde bermudense volvió a ser testigo de una nueva convulsión en la puerta de la Municipalidad. Pasado el mediodía, la policía se hizo presente en la puerta mientras los municipales dialogaban con funcionarios del gabinete. Sobre las 16 fue arrestado Quiroga -participante de las tomas anteriores- por una vieja orden del juez penal sanlorencino Eduardo Filocco. El combativo gremialista está detenido en la jefatura de la Unidad Regional XVII a disposición del magistrado.
Pasadas las 18, los trabajadores decidieron desalojar la sede comunal para no exponer a ningún trabajador a que pueda ir preso. "Nuestro conflicto no es con la policía; es con Carlucci y con el gobierno provincial, que hace la vista gorda", dijo un dirigente y agregó: "Nos deben cinco meses de sueldo, hay compañeros que deberían volver a sus puestos de trabajo, no nos dan herramientas. Y para colmo, el intendente hace cinco días que no viene y no podemos entablar ningún diálogo".
"Son movidas políticas"
"Esta es la misma historia de siempre, estas son jugadas políticas", repetía ayer muy apesadumbrado un funcionario del riñón del Ejecutivo, al tiempo que avisaba que Carlucci no hablaría con la prensa. "Está podrido, todos estamos muy podridos", se justificaba, aunque a esa hora todavía no había sido desalojado el municipio.
En el gabinete de Carlucci están convencidos de que este conflicto con los municipales, más allá de los problemas económicos que son ciertos, tiene su origen en las supuestas intenciones del ex intendente justicialista Daniel Cinalli -fuertemente vinculado al titular del gremio municipal, Jesús Monzón- de recuperar el poder. "Habrán visto las colas de gente que venía a pagar los impuestos en estos días -reveló la fuente- y habrán pensado que, si nos dan aire y podemos sacar a Bermúdez del pozo, no nos ganan nunca más una elección. Además a esto se suma que Cinalli está procesado y esa es su forma de vengarse".
El funcionario indicó que "había señales del Ejecutivo que demostraban su buena voluntad", como la inclusión -prevista para el mes próximo- de un integrante de la Pastoral Social como secretario de Hacienda.
La Ciudad
