Allanaron otra vez oficinas de martilleros

La Justicia allanó ayer por segunda vez en menos de un mes las oficinas del tesorero de la Asociación de Martilleros, Amadeo Chaina, en el marco de una investigación sobre la presunta existencia de una organización mafiosa que arregla las subastas judiciales. La misma requisa se practicó en el despacho de la martillera Rossana Fagnani, miembro de la Asociación y sospechosa -como Chaina- de integrar la denominada liga de los remates.
El allanamiento en las oficinas de Entre Ríos 238 se realizó por orden del juez de Instrucción Carlos Alberto Carbone, secretaría de Sergio Donato. La medida estuvo a cargo de efectivos de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE) de la policía santafesina, quienes ya habían allanado las mismas oficinas el 17 de mayo último.
Como aquel día, ayer los detectives estuvieron cinco horas dentro de las oficinas de Chaina y Fagnani, quienes pasaron varias semanas detenidos y salieron en libertad la semana pasada por orden de la Cámara Penal de Rosario. Aún excarcelados, ambos continúan ligados a la causa judicial al igual que otras personas presuntamente vinculadas a la organización de características mafiosas, entre ellos los particulares Roberto Cozzolino y Alberto Conde.
Los oficiales de las TOE incautaron ayer gran cantidad de documentación, entre la que destacan varios expedientes judiciales, los rígidos de un par de computadoras y archivos relacionados con gran cantidad de remates realizados en la Asociación de Martilleros desde marzo de 2000 hasta principios de este año.
La investigación sobre supuestas irregularidades en los remates comenzó hace varios meses pero se aceleró en las últimas semanas. En los últimos días, mientras se decidía la excarcelación de los martilleros y particulares detenidos, el juez Carbone ordenó un reconocimiento en rueda de personas de uno de los imputados. Allí, parado entre varios desconocidos, una de las víctimas de los remates truchos reconoció a Cozzolino, a quien curiosamente sólo había visto una vez en la vida: en una de las subastas supuestamente "arregladas".