Washington. - El convicto Timothy McVeigh será trasladado hoy a la antesala de la muerte, ubicada a 500 metros de la cámara donde será ejecutado por el atentado contra un edificio de Oklahoma City en el que hace seis años murieron 168 personas, entre ellos 19 niños. Fuentes de la Oficina de Prisiones en la penitenciaría federal de Terre Haute, en el estado de Indiana, declinaron, por razones de seguridad, revelar en qué momento se realizará el traslado. El último recinto del hombre que perpetró el atentado más grave de la historia de EEUU será un edificio sin ventanas hasta donde llegará esposado de pies y manos, en la última ocasión en que podrá ver el sol y respirar al aire libre.
McVeigh, de 33 años, un ex soldado de la guerra del Golfo, recibirá una inyección mañana a las 7 de la mañana local (8 de Argentina) tras renunciar a una última apelación ante el Tribunal Supremo y a pedir clemencia al presidente, George W. Bush. Su última y remota tabla de salvación podría ser un aplazamiento de la ejecución o una conmutación de la pena por cadena perpetua emitida por Bush.
George W. Bush, partidario de la pena de muerte, presidió las ejecuciones de 152 asesinos convictos durante los cinco años que fue gobernador de Texas, antes de ocupar la Casa Blanca, y ya rechazó solicitudes de clemencia del Papa Juan Pablo II y la organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI) en otros casos.
En la primera ejecución federal en 38 años, McVeigh recibirá una inyección de pentotal sódico, bromuro de pancuronim y cloruro de potasio. Morirá unos diez minutos después, cuando el compuesto le haya paralizado el corazón y los pulmones. "El señor McVeigh resolvió poner fin a este proceso. Su actitud es de calma y su decisión es clara", dijo su abogado Robert Nigh tras anunciar el pasado jueves que no habría apelación.
Ni autopsia ni misa
Fuentes de la oficina de prisiones indicaron que había llegado a un acuerdo para que no se le practique una autopsia ni se celebren servicios religiosos en su memoria. Sin embargo, su padre Bill McVeigh manifestó que elevará plegarias en una iglesia cercana al lugar donde fue criado cuando era niño y educado en la religión católica. También pidió los restos de su hijo, que serán incinerados y entregadas al abogado Nigh.
El padre del convicto fue el único familiar que se reunió con el autor confeso del atentado y en diversas entrevistas manifestó que éste está convencido de que "era lo que tenía que hacer" cuando condujo un camión cargado con más de tres toneladas de explosivos hasta el edificio federal Alfred Murrah en Oklahoma City.
En entrevistas con dos periodistas que escribieron el libro "American Terrorist" lo más cerca que estuvo de manifestar arrepentimiento fue cuando dijo que habría elegido otro lugar para atacar si hubiera sabido que en el edificio había una guardería infantil. El atentado causó la muerte de 19 niños, en lo que McVeigh calificó como "un daño secundario" en su lucha contra el gobierno federal. En sus conversaciones con los periodistas, McVeigh dijo que su acción había sido motivada por el deseo de vengar el suceso en el que murieron más de 80 miembros de la Rama Davidiana en Waco, Texas, el 19 de abril de 1993, cuando el FBI atacó la sede de esta secta.
Centenares de periodistas y manifestantes llegaron a Terre Haute, pequeña ciudad de 43.000 habitantes cuyas autoridades tomaron estrictas medidas de seguridad para prevenir incidentes. Sin embargo, administradores de los hoteles del lugar indicaron que el número será mucho menor que hace un mes cuando debía realizarse la ejecución que luego se suspendió.
El aplazamiento se ordenó después que las autoridades federales admitieran que no se habían entregado miles de páginas con documentación a los abogados de McVeigh. La ejecución será transmitida por circuito cerrado de televisión a 300 familiares de las víctimas y supervivientes del atentado en Oklahoma City.