cartas

Vergüenza e indignación

Deseo informar de una situación indignante de la que fui testigo al apersonarme el viernes 4/05/01 en la oficina de Gravámenes que la Municipalidad de Rosario posee en el edificio de la ex Aduana (Urquiza y Maipú). En esa oficina existe una empleada que en lugar de estar trabajando realiza elongaciones, barquitos de papel, escucha radio o bien dormita en su escritorio escudándose en una máquina de escribir. En esa oficina las tareas son muchas. Hay dos o tres personas más, aparte de la nombrada, que realmente trabajan a destajo sin poner trabas, solo solucionando con respeto y humor. Esta situación en tiempos de desocupación, es una actitud indigna y nos da vergüenza. Si alguien quiere comprobarlo simplemente diríjase al edificio Aduana, y verán a esta "bella ñoquis durmiente".
Concepción Tingales