Estrechan el cerco a los secuestradores filipinos

Lamitan, Filipinas. - Un hospital se convirtió ayer en un campo de batalla, luego que un grupo de extremistas musulmanes lo invadió antes del amanecer y tomó cautivos a médicos, enfermeras, pacientes y sacerdotes, junto con las 20 personas que el comando mantiene como rehenes hace seis días. El gobierno advirtió a la guerrilla que la única salida de la crisis es la rendición o la muerte. Las autoridades han prometido erradicar al grupo Abu Sayyaf que llevó al país a una prolongada crisis de rehenes el año pasado. Helicópteros artillados dispararon de manera intermitente contra el hospital durante el día, mientras que tropas en tierra abrían fuego hacia el inmueble desde las calles adyacentes.
Tres de los 20 rehenes secuestrados por los rebeldes del Abu Sayyaf son estadounidenses. Algunos testigos informaron que al menos un estadounidense estaba dentro del hospital. Cuatro rehenes filipinos escaparon ayer.
Las autoridades informaron que entre 40 y 60 rebeldes mantienen aún cautivo a personal y pacientes hospitalarios en la isla de Basilan, junto con los rehenes originales, secuestrados el 27 de mayo en un balneario frente al Mar de Sulu. "Parece que hemos encontrado el cuerpo principal de los rebeldes", dijo el general brigadier Edilberto Adán, un portavoz militar. "Este es el escenario que buscábamos, mantenerlos en un solo lugar, que tenemos ahora rodeado".
La presidenta Gloria Macapagal Arroyo dijo que los militares no se detendrán hasta que todos los rehenes sean liberados. "Terminaremos con todos los bandoleros si no se rinden en el menor lapso posible", dijo Arroyo en un mensaje radiofónico. "Abu Sayyaf: ustedes no tienen ningún lugar más para huir y sería mejor que liberaran a aquéllos que han secuestrado", dijo la mandatario, quien agregó que unos de los jefes rebeldes fue ultimado por las tropas.
Los rebeldes eludieron una búsqueda masiva hasta que se enfrentaron con fuerzas del ejército en la espesa jungla de Basilan, el viernes. Los combates se propagaron luego a las calles de Lamitan y las fuentes castrenses informaron que siete soldados murieron y 75 resultaron heridos en dos días. Varios testigos dieron cuenta de bajas entre los rebeldes y algunos civiles.

Tropas frente al hospital tomado por Abu Sayyaf.