Florencia O'Keeffe
La grave situación que enfrenta Aerolíneas Argentinas, única línea de bandera del país, sigue sin resolverse. En el marco de la crisis, el diputado Alberto Natale, presidente de la comisión bicameral de seguimiento de las privatizaciones, manifestó que el problema se está "enfocando parcialmente" tanto por parte del gobierno nacional como de la Sepi, Sociedad Estatal de Participaciones Industriales, de España, que posee la mayoría de las acciones de la compañía.
Natale, quien siguió de cerca el caso Aerolíneas desde su privatización e incluso votó en contra de la transferencia oportunamente, hizo un minucioso repaso sobre la historia reciente de la ex empresa de capitales nacionales y alertó que "nadie le ha planteado aún al gobierno español las cosas tal cual son", a pesar de que tanto el ministro de Economía, Domingo Cavallo, como la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich mantuvieron encuentros con funcionarios españoles en la última semana. Natale aseguró que el gobierno de España debe saber que la posible quiebra o liquidación de Aerolíneas no sólo es "dramática" para las 7000 familias que dependen de la empresa sino que es "riesgosa para España por la desvalorización de su imagen frente al mundo" y porque "de comprobarse dolo o culpa de los gestores españoles el gobierno puede tener que responder con su patrimonio".
La crisis laboral -por la cual se sucedieron numerosas medidas de fuerza por parte de los trabajadores- se inició a raíz de la exigencia de la Sepi de iniciar un proceso de reestructuración de la empresa para el cual los siete gremios aeronáuticos deben aceptar un plan de "ordenamiento" que incluye medidas en el orden salarial, comercial y técnico. El acuerdo, que implica una inyección de 350 millones de dólares por parte de la Sepi, aún no se concretó por la reticencia del gremio que nuclea a los técnicos, APTA. Aerolíneas viene acusando pérdidas en los últimos ejercicios y mantiene un pasivo de 926 millones de dólares.
-¿Qué análisis hace por estas horas del conflicto en Aerolíneas?
- Creo que se enfoca parcialmente el problema, tanto por el lado del gobierno nacional como de la Sepi, porque todo el conflicto parece estar concentrado en el problema con los gremios, en si aceptan o no en su conjunto las condiciones colectivas de trabajo. Ese no es el enfoque de fondo.
-¿Y cuál es, a su entender?
- Para comprender la real situación hay que hacer números. El costo laboral de Aerolíneas es de 200 millones de dólares al año en sueldos, viáticos y leyes sociales. Supongamos una reducción del 30% del costo laboral (y estoy hablando de una reducción de 60 millones), las pérdidas del 2000 llegaron a 363 millones, con lo cual se seguiría prácticamente en la misma. De llegar a un acuerdo con los gremios y si la Sepi cumple con su promesa de inyectar 350 millones, serviría para un colchón que amortigüe durante algunos meses la gravedad del caso, nada más.
-¿Por dónde hay que buscar la salida?
- En los orígenes del problema. En el año 90 yo me opuse a que se privatice de la forma que se privatizó porque advertí, primero, que el grupo adquirente en el que participaban socios argentinos -y del que Iberia tenía en ese momento el 20%- no tenía la solvencia suficiente para hacer frente a los compromisos. Así se terminó pagando con Bonex, títulos de deuda al 25% de su valor. Yo denuncié que no pagaban las deudas con capital propio sino que lo hacían con endeudamiento que contraían, violando la ley de sociedades. Ellos cargaron el pasivo a la misma empresa adquirida. Ese es el inicio de un fuerte endeudamiento que limita la posibilidad de desenvolvimiento de la empresa. Eso, sumado a un pésimo gerenciamiento de Iberia y los entes estatales españoles que se hicieron cargo, más transferencias visibles e invisibles de recursos a la casa matriz; ahí tenemos una seguidilla de ejercicios negativos.
-¿Qué activos ya vendió la empresa para intentar sanearse?
-Aviones, edificios, y no alcanzó. Se hicieron entonces aportes de la Sepi, de Iberia, que se transformaron en capitalización y por eso la Sepi se quedó con la mayoría de las acciones.
- ¿Por qué cree que no se tomó conciencia antes de la crisis?
- Yo mismo se lo dije a Fernando De la Rúa el año pasado, lo repetí en todos lados. Sigo creyendo que la solución de fondo pasa por una negociación directa de país a país (Argentina-España) al nivel más alto. Argentina tiene que reclamar a España la suma del endeudamiento, estamos hablando de un pasivo de 926 millones de dólares. Ese reclamo es legítimo, no nos olvidemos que el pasivo fue generado por Iberia.
-Pero España no va a desembolsar 1000 millones de dólares....
- Yo digo que el pasivo es manejable, que hay deudas con entidades españolas, con YPF que es española, hay una suma de deuda importante en contratos de Airbus. Mi planteo es que lo absorban.
-Usted mencionó la posible introducción de aportes argentinos.
-La compañía saneada puede buscar aportes de capitales privados nacionales que tengan conocimiento, capacidad técnica, profesionalismo en el negocio aeronáutico. Me parece que hay que buscar también por el lado de una asociación estratégica con una aerolínea internacional que opere rutas no competitiva. Todo esto, bien armado, puede cerrar.
-Pero la prolongación del conflicto puede agravar las cosas...
-Si el conflicto se extiende aún más, si Repsol YPF decide no entregarle más combustible, está claro que los aviones no podrán volar. Por eso hay que recordarle al gobierno español que hizo grandes negocios con este país y en general le fue muy bien. En este no, por culpa de ellos; ahora tienen que asumir la responsabilidad.
-¿Cree que el gobierno español asumirá esa responsabilidad?
-Al menos nadie le dijo hasta ahora las cosas como son. Tienen que saber que una quiebra, que sería dramática para la Argentina, los hará quedar mal con el mundo.
Las autoridades españolas tienen que mirar muy bien el tema patrimonial porque si sucede la quiebra, si se comprueba dolo o culpa, la responsabilidad patrimonial de la sociedad quebrada puede extenderse al socio mayoritario que es el Estado español y que tiene solvencia para responder.
| 
En su momento, Natale no quiso la venta de Aerolíneas. |  | Ampliar Foto |  | |
|
|
La Ciudad
