Estudiantes de Olavarría no pierde la costumbre de ganar, se sobrepone a cualquier contingencia y volvió a dar muestras una vez más de todo su potencial, al imponerse como visitante a Libertad de Sunchales por 96-81, adelantarse 3-1 en la final de la presente edición de la Liga Nacional de Básquetbol y quedar a un juego de lograr el bicampeonato. Estudiantes fue a Sunchales con la premisa de llevarse un juego para recuperar la ventaja de la localía, pero logró mucho más, ya que venció con autoridad en el tercer y cuarto enfrentamiento y está a un paso de la gloria. Si gana el martes venidero en el Monumental del Parque Guerrero de Olavarría será el campeón. Si pierde habrá un sexto encuentro 72 horas más tarde en el Hogar de los Tigres, de Sunchales. El Bataraz sabe bien lo que quiere, porque tiene un entrenador estudioso y capaz como Sergio Hernández y, además, cuenta con jugadores que trasladan al rectángulo de juego todo lo que les transmite el técnico. En el primer partido jugado en Sunchales, Estudiantes con Gustavo Fernández en la conducción tuvo control, pausa y orden. Cuando fue necesario asomaron los externos, sobre todo Daniel Farabello con triples decisivos. Los bonaerenses encararon el cuarto juego sin el Lobito Fernández (esguince en el tobillo izquierdo). Daniel Farabello ocupó su lugar y cumplió, aunque los movimientos del Bataraz fueron más rápidos. La marca presionante y la sobrecarga permanente en los dos tableros, fueron demasiado para un Libertad, que no pudo contar desde el comienzo con Mariano Cerutti, con un fuerte edema en el aductor izquierdo que lo marginaría del quinto juego. El local luchó durante los 40 minutos. Gabriel Mikulas se agredió debajo de los tableros con Dwayne McCray, Gabriel Fernández y Víctor Baldo y cumplió una muy buena actuación, al igual que el estadounidense Randy Carter, quien tuvo su mejor partido de la serie. Es sabido que Estudiantes tiene muchas variantes para utilizar en los partidos. Las puso en práctica cuando empleó distintos sistemas en ataque: primero para que los internos establecieran el desequilibrio y luego con la aparición deslumbrante de Byron Wilson (37 puntos), quien fue el arma letal del equipo. Además, Estudiantes le encontró la vuelta a su rival y logró cortar el circuito del estratega Facundo Sucatzky, quien no pudo manejar los tiempos en los dos cotejos jugados en Sunchales. Para Estudiantes el segundo título consecutivo está muy cerca. Tiene todo en sus manos para festejar en su propia casa. Sus jugadores y cuerpo técnico están convencidos de que no será nada fácil, porque Libertad como un león herido herido intentará atrapar a su presa, ganar en Olavarría y alargar la serie.
| |