-¿Desde cuando hacés teatro? -Este es mi tercer año en la Escuela de Teatro, pero en realidad soy bailarina. Hago danza desde muy chica en la Escuela Nacional de Danza. La novedad es que en "La tempestad" es una de las pocas veces que trabajo con la voz. -¿Qué saldo sacás de la experiencia? -Estuvimos un año haciendo trabajo de mesa y con los ensayos. Además hice la coreografía y trabajé con los actores más chiquitos, que ya habían tomado clases conmigo, así que no fue difícil. Junto con el director, Leandro Macagno, trabajamos los cuatro elementos que atraviesan la obra: el fuego, el agua, la tierra y el aire. -¿Qué rol tenés en "La tempestad"? -Miranda, la hija de Próspero. Ellos viven exiliados por una conspiración de su hermano, el rey de Nápoles. Tiene muchos perfiles, mucha vitalidad y es tan actual como todos los personajes de Shakespeare. Miranda puede ser un mujer luminosa y de pronto dejar ver su lado más oscuro. -¿El saldo compensa el esfuerzo? -Totalmente. Y cada vez quiero más, es algo casi adictivo. A veces se hace duro, pero de todas maneras en Rosario se generan muchos proyectos y hay muchos dispuestos a trabajar de esta forma. Es verdad que hay gente que se va o quiere hacerlo. Trabajar por dinero sería un objetivo ideal, pero por el momento lo que quiero hacer es teatro, siempre profesionalmente. -¿Eso no implica ganar dinero? -No, no lo entiendo sólo como vivir de eso. Hacer teatro profesionalmente es una actitud, es un rito que incluye desde calentar el cuerpo, preparar la voz, vestirme, maquillarme, hasta charlar de las cosas que hay que rever. Es un ritual maravilloso. -¿Cuáles son tus planes a largo plazo? -Prefiero no contarlo porque uno nunca sabe qué puede pasar. A corto plazo es seguir estudiando, especialmente teatro realista. Me gustan todos los estilos, pero en este momento quiero profundizar en este porque me parece que es la base de todos. -¿Qué te atrajo del texto? -En "La tempestad" aparecen elementos de las crónicas de Magallanes. Esos textos iban a Inglaterra y España y es probable que Shakespeare tuviera acceso porque en el barco iba una tal Lucía Miranda. Además Calibán nombra al dio Cetecebo, que era el nombre de un indio timbú. Son cosas que le dan un interés extra al texto. Son elementos acercan el texto aún más a nosotros. -¿Sentís alguna responsabilidad por hacer un texto de Shakespeare? -No es un peso, pero sí una responsabilidad muy grande. Además esta obra es increíble: aparecen el odio, la envidia, las conspiraciones, la lucha por el poder, el humor. -¿Qué lectura hace de la actualidad? -El año pasado la hicieron en el Teatro San Martín, de Buenos Aires, y no me parece casual que también se haga acá. Tiene que ver con las cosas que están pasando en el mundo y en la Argentina. "La tempestad" se ofrece los sábados a las 21 en el teatro Saulo Benavente, Alem y Gaboto.
| Para D'Anna, Shakespeare tiene mucha actualidad. | | Ampliar Foto | | |
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