Grosso rompió el silencio y cargó contra el menemismo

El ex intendente porteño Carlos Grosso reapareció para criticar al menemismo y aseguró que lo "usaron" como chivo expiatorio para tapar supuestos actos de corrupción de la gestión de Carlos Menem.
Grosso sostuvo que sus males políticos comenzaron cuando, en 1992, tras una cumbre peronista en Cosquín, manifestó sus pretensiones de llegar a ser el candidato a la presidencia. "Haber anunciado mi vocación presidencial fue un delito de leso menemismo . Inmediatamente después de Cosquín se puso en marcha el operativo «maten al ladrón»".
Añadió que le armaron "un cerco judicial" que le impidió hacer política aún después de haber renunciado a la Intendencia. Por otra parte, destacó que lo trataron de "mandar al pozo como el paradigma de la corrupción, en un acto de expiación que los salvara a ellos".
Grosso explicó que tuvo "38 causas judiciales de las que ya me absolvieron en 36. Me sometieron a un auténtico juicio de residencia, como en la colonia española".
En cuanto a la situación del ex presidente Carlos Menem y el caso de la venta ilegal de armas, Grosso expresó: "La situación de Menem lo sobrepasa y tiene que ver con que los dueños del modelo buscan deshacerse de los testigos de su construcción, porque saben que fue estructuralmente corrupta".
Por último, Grosso explicó cómo se gana la vida: "Vendo artículos de ortopedia de una empresa alemana que, dicho sea de paso, me lleva mucho tiempo. Por la situación del país, todo está cada día más difícil".