Javier Felcaro
La jornada de protesta del gremialismo disidente en Rosario se vio empañada ayer por un grave enfrentamiento que terminó con cinco manifestantes heridos. Previamente, el líder de la CGT rebelde, Hugo Moyano, había llamado a realizar un "Argentinazo" en la Plaza de Mayo, en la Capital Federal, en rechazo al gobierno de Fernando de la Rúa. Durante un acto que se desarrolló a espaldas del Monumento Nacional a la Bandera y que cerró la marcha convocada bajo el lema "Todos somos desocupados", el camionero renovó su embestida contra el presidente y el modelo económico, y no se privó de azuzar al gobernador Carlos Reutemann. El incidente se registró cerca de las 18, cuando Moyano se aprestaba a concluir su discurso ante las casi 2.000 personas que se congregaron alrededor del palco montado de cara al río Paraná. Si bien la causa del choque entre los camioneros y los portuarios no fue esclarecida, según el relato de varios testigos, momentos antes de la batahola (con corridas, patadas, palazos y hasta la aparición de armas blancas) se habrían escuchado algunos silbidos contra el sindicalista. Sin embargo, otra versión dio cuenta de que el detonante de la pelea habría sido el grito de "aguante Yabrán" que partió de un sector de la concurrencia. Otras miradas apuntaron a un grupo de manifestantes que habría intentado lanzar una bomba de estruendo al escenario. Los incidentes obligaron a Moyano a concluir abruptamente su discurso, mientras los camioneros y los miembros del Supa Rosario se trenzaban en una batalla campal a pocos metros del palco. Según el parte de la Unidad Regional II de Policía, como resultado del enfrentamiento cuatro portuarios, cuyas identidades no fueron suministradas, sufrieron heridas cortantes. Todos fueron atendidos en ambulancias del Sies y trasladados al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez. Un quinto hombre, que respondería al sector de camioneros y que también recibió varios cortes, fue introducido en uno de los ómnibus pertenecientes a ese sindicato, que partió con rumbo desconocido. Poco antes, Moyano había encendido a los presentes con sus severos cuestionamientos a De la Rúa: "Ganó las elecciones mintiendo, y no puede gobernar mintiendo". Y aseguró que "es imposible que vivamos mejor si no cambiamos este modelo". Luego de recordar el 32º aniversario del Cordobazo y traer al presente "el Rosariazo, Mendozazo y Marplatazo", enfatizó que "esto nos debe inspirar a realizar un Argentinazo en la Plaza de Mayo (en alusión a la convocatoria prevista para mañana) para obligar a renunciar a estos verdugos económicos financieros". La respuesta del público, a través del clásico "Olé, olé, olé, olé, Hugo, Hugo...", fue inmediata, mientras los bombistas no cesaban de marcar el ritmo con sus instrumentos de percusión. El líder disidente tampoco escatimó dardos envenenados para Reutemann: "Cómo puede ser que el gobernador diga que con 150 pesos de sueldo está bien". La réplica oficial no se hizo esperar. Anoche, consultado por La Capital, el ministro de Gobierno, Angel Baltuzzi, aclaró que las palabras del mandatario santafesino fueron un "mensaje directo a la clase política". La columna de manifestantes (que alcanzó las tres cuadras de extensión) partió pasadas las 16 desde la plaza San Martín, encabezada por los dirigentes de los gremios agrupados en la seccional Rosario del CGT rebelde y la Unión de Trabajadores Desocupados (UTD). Moyano, recién llegado de Córdoba (donde rememoró el aniversario de la movilización popular contra el general Juan Carlos Onganía), se acopló a la marcha en la esquina de Buenos Aires y Córdoba. Tanto el paso por la Municipalidad y el Palacio Vasallo (ambos edificios con sus puertas cerradas) como la llegada al Monumento, estuvieron acompañados por la permanente detonación de poderosas bombas de estruendo, siempre bajo la atenta mirada de unos 200 policías. Mientras los manifestantes avanzaban portando una inmensa bandera argentina, el estallido a destiempo de uno de esos elementos pirotécnicos lesionó a un hombre en una de sus manos. Ya frente al Monumento, se entonaron las estrofas del Himno Nacional y se homenajeó con un minuto de aplausos "a aquellos que dieron sus vidas" durante el Cordobazo. Antes de que Jorge Pendino (UTD) abriera la ronda de oradores, el padre Daniel se encargó de la oración especial. Sus palabras, acompañadas en silencio, calaron hondo en la multitud: "Padre nuestro: que nunca más nos tomen de hijos, y mucho menos de esclavos...".
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