| | cartas La esquina de don Milo Musso
| Este recuerdo tiene que ver con muchos chiquilines de barrio en las décadas del 50 y 60, los que luego de algún picado en Berthillod o de juegos de guerra con gomera en algunos frutales de la zona terminaban sus travesuras en la esquina de Milo. La esquina era la cita para escuchar la radio y conocer sobre distintos temas históricos, políticos o fundamentalmente deportivos. Milo Musso nació en Armstrong, en septiembre de 1912, siempre fue una persona sensible y extremadamente inteligente. El fallecimiento de su hermano sacerdote y destacado teólogo en Italia trunca la posibilidad de un estudio superior. Fue siempre carpintero, de los mejores; al final sólo hacía marcos para cuadros, no había diploma, póster o foto en el pueblo (Armstrong) que no necesitase de sus hábiles manos para enmarcarlos. A veces pasaba despacio por la calle, con varillas o un vidrio ya cortado, me invitaba a su taller, con su banco y sus herramientas prolijamente gastado y allí con olor a viruta y con el orgullo de mostrarme un póster de River, me hablaba de su colección completa de la revista El Gráfico, que alguna vez prestó y que nunca devolvieron. Todos los días, después de sus tareas, tomaba su radio y partía hacia su esquina de vereda y cordón de ladrillo, sobre la cuneta seca apoyaba sus largas piernas y en minutos llegaban, a pie o en bicicleta, amigos; al rato luego de algunos comentarios comenzaban relatos y polémicas. Los domingos eran tardes de fútbol. Cuando hoy transito por las calles Córdoba y Pagani, parece que don Milo aún está sentado en la esquina con su gorra y su radio escuchando a River. Vayan estas líneas para recordar a este hincha anónimo y en celebración del aniversario del club gallina. Leo Giúdici
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