Enfermedades reumáticas: Pacientes bien atendidos

Alberto Abdala (*) Elsa Rosa de Abdala (*)

Existe una gran diversidad de tratamientos para combatir las enfermedades reumáticas, en primer lugar porque existen cerca de cien tipos de reumatismo y cada uno cuenta con un tratamiento específico. Algunos lineamientos esenciales para tener en cuenta que permitirán el tratamiento exitoso comienza tan pronto como el paciente hace su llamada telefónica para reservar el turno correspondiente.
Es importante que el llamado sea atendido con verdadero interés y amabilidad para que perciba que será asistido con toda la consideración y el respeto que se merece. Habrá que tener presente que el enfermo ya tiene bastante que padecer con su enfermedad como para que tenga que soportar un trato descortés.
Esa misma acogida tiene que encontrar el paciente cuando llega a la consulta, tanto de parte del profesional médico como del personal auxiliar. Es importante también que el lugar donde ha de ser asistido tenga el confort adecuado. Luego, los pasos a seguir son los siguientes:
* Resulta elemental que a la llegada del paciente se le confeccione con toda rigurosidad una ficha individual con todos los datos necesarios a los efectos de evitar cualquier inconveniente futuro, ya que se trata de enfermedades que comienzan habitualmente con pocas molestias, a veces no bien tratadas y otras no atendidas a tiempo, que pueden desembocar en serias complicaciones y limitaciones físicas.
* Luego, el examen completo del paciente a cargo del médico que podrá confirmar o no la presunción de una afección reumática. En ocasiones la sintomatología, simulando un reumatismo, puede estar escondiendo alguna otra afección de mayor riesgo y gravedad, o acaso, alguna otra que no tenga mayor importancia.
* Confirmada la presunción reumática se debe completar el estudio clínico ya que el paciente es una unidad indisoluble y no sólo un enfermo reumático. Es imprescindible que el profesional actuante lo conozca en su totalidad para poder proceder con solvencia.
* El laboratorio y la radiología dirán, en última instancia, cuál es el diagnóstico definitivo y el tratamiento médico correspondiente. Las enfermedades reumáticas son diversas, y que en consecuencia, el diagnóstico preciso del tipo de afección guiará el tratamiento a seguir.
* Luego será el momento en el que el médico demostrará sus conocimientos, talentos y la veracidad del enunciado de que la medicina es el arte de curar.
Con estas premisas todo paciente debería conseguir una respuesta más que satisfactoria. Si esto no sucede, alguien tiene la culpa.
(*) Reumatólogos