| | Editorial Una medida reconciliadora
| El gobernador Carlos Reutemann anunció este 25 de Mayo que volverá a bajar su sueldo -esta vez hasta un 30 por ciento- y que no pagará en junio el aguinaldo a ningún funcionario político de su gobierno. Puede interpretarse esto como una demostración de que su política de austeridad no ha vacilado jamás y que las críticas por el aumento de 20 a 40 pesos en los vales de los funcionarios que no viven en la capital provincial eran infundadas. También puede sostenerse que el gobernador había visualizado un costo político demasiado alto y, por lo tanto, dispuso un mayor recorte para recuperar la credibilidad, aun cuando Santa Fe es una de las provincias con más bajos salarios. No obstante, por sobre los argumentos que se esgriman, existe en la iniciativa tomada por el gobernador un componente saludable, auspicioso, y que tiene que ver concretamente con la posibilidad de que la política pueda reconciliarse con la gente, el ciudadano común. Sabido es que, desde hace varios años, por innumerables hechos de corrupción en distintos ámbitos de gobierno o bien por las formas poco claras de financiamiento de la actividad partidaria, la política se fue divorciando de los ciudadanos. Esa brecha, de la que se esperaba una reversión luego de que asumieran los nuevos funcionarios tras las últimas elecciones, permaneció y se profundizó peligrosamente. A tal punto que cualquier acto de gobierno ya no puede leerse con objetividad sino que está teñido por la sospecha de intereses non sanctos. En ese sentido, conviene señalar que existe un sector de la sociedad que procura con fines desestabilizadores profundizar las distancias defenestrando u opacando cualquier gestión política. Pero se debe recordar, fundamentalmente para esa franja, que la política es una parte inseparable de la ciudadanía, una actividad dentro de las demás actividades que se desarrollan en la Nación, sobre las que pesan responsabilidades pero a la que no se le deben depositar todas las faltas que por inmadurez individual o colectiva se cometen. Por ello, resulta tan razonable investigar y pedir explicaciones sobre actos confusos como destacar aquellos que transparentan la actividad política. Entre estos últimos se halla la iniciativa del gobernador Reutemann y apunta precisamente a disminuir esa distancia abierta. Existe un gran esfuerzo de la gente para sobrellevar las dificultades económicas del país. En el marco de esa austeridad ciudadana se da una señal de austeridad política. Un paso positivo que obviamente no pasó desapercibido en el ámbito nacional y que devuelve confiabilidad en las instituciones democráticas.
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