Los reclamos de Justicia fueron acompañados por el inmenso dolor que causa la muerte. Los gritos y el humo de los neumáticos quemados reclamaban por la muerte injusta e inmerecida de una chica de 12 años cuyo único pecado fue circular en una bicicleta por una avenida donde se están realizando reparaciones y están ausentes las señales que así lo indiquen. También eran voces de bronca porque el conductor del utilitario que arrolló y causó la muerte de la nena recuperó la libertad aunque sigue imputado de homicidio culposo, un delito excarcelable. Familiares, vecinos y amigos de Noelia Esther Urraburu se reunieron a las 13 de ayer en el mismo lugar donde la nena sufrió el trágico accidente: la esquina de bulevar Avellaneda y Uruguay. La menor había dejado a su pequeña hermana en la escuela Madre María, ubicada en esa misma esquina, y retornaba a su casa. Sin embargo, un Fiat Fiorino conducido por José Verón, de 43 años y empleado de una contratista de Telecom, la arrolló violentamente. Noelia fue derivada al Hospital de Niños, donde ingresó en estado de coma como consecuencia de los golpes recibidos. El esfuerzo médico no pudo contrarrestar esa situación y Noelia murió un día después. En tanto, Verón quedó detenido en la comisaría 18ª y ayer a la mañana, tras prestar declaración ante el juez que entiende en la causa, recuperó la libertad. La protesta de ayer tuvo un doble sentido, según Luis Angel Galigani, uno de los abogados de la familia de Noelia: "Por un lado reclamar que en el lugar donde ocurrió el accidente se pongan señales que alerten a los conductores sobre las obras que se están realizando y ninguna persona sufra lo que sufrió la chica; y por otra parte, demostrar el descontento con la legislación vigente que deja en la calle a una persona que utiliza un automóvil como si fuera un arma de fuego". Sumido en lágrimas y gritando, Jorge Urraburu, padre de Noelia, pidió por su parte que en la esquina se instale un semáforo. "A mi hija no me la devuelve nadie pero tengo otros dos chicos y no quiero que a ellos le pase lo de Noelia. No quiero más asesinos en la calle y chicos muertos". Sobre el hecho en sí, Galigani comentó que las primeras pericias realizadas "alarman por la alevosía del accidente y a la vez dejan algunos puntos oscuros para develar". Contó que "en el lugar el auto dejó una huella de frenada de 17 metros, lo que indica que iba a alta velocidad. Además pudo detenerse unos 70 metros más adelante de donde arrolló a la nena y una de las zapatillas que vestía Noelia fue encontrada frente a la casa de un testigo, ubicada a 60 metros del lugar". En otro orden, Galigani remarcó un punto oscuro en la investigación. "En el accidente intervino el Comando Radioeléctrico, cuyos agentes no secuestraron la bicicleta en la que iba Noelia para hacerle las pericias necesarias". Precisamente, la bicicleta fue rescatada ayer por los padres de Noelia de la casa de un vecino que, tras la tragedia, la habría guardado a la espera de que alguien la reclame. "Es inentendible que la bicicleta no hay sido buscada por la policía o con una orden judicial y que nosotros la encontremos dentro de la vivienda de un testigo", concluyó el abogado.
|  El padre de Noelia halló la bicileta en la que iba su hija. |  | Ampliar Foto |  |  |
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