Habituados a las peleas entre patotas y a las detonaciones de armas de fuego en la mitad de la noche, los vecinos de barrio Alvear no se sorprendieron al escuchar la decena de disparos que retumbó en la madrugada de ayer en la esquina de Crespo y Garibaldi. Pero esta vez, la discusión entre grupos de adolescentes fue mucho más fuerte y tuvo un final desacostumbrado: un joven cayó muerto al ser alcanzado por un proyectil en el tórax durante un enfrentamiento entre bandas barriales. La policía apresó a un joven de 24 años acusado de ser el autor de los disparos y busca a un prófugo.
El enfrentamiento ocurrió en la esquina de Crespo y Garibaldi a las 4.30 de ayer. Allí se encontraba reunido un grupo de jóvenes del barrio cuando pasó por el lugar otra barra de adolescentes que volvía de bailar. Las bandas representaban a sectores del barrio distantes un par de cuadras entre sí y habían tenido disputas previas. "Tenían cierto recelo y solían agraviarse cada vez que se veían", aseguró el jefe de Homicidios, comisario José Luis Juárez.
Con un revólver
Los jóvenes -unos quince en total- comenzaron a insultarse y pronto se trenzaron en una pelea a patadas y golpes de puño. Luego, en forma imprevista, uno de ellos se retiró del lugar y regresó armado con un revólver. Comenzó a disparar y un proyectil alcanzó a Walter Vallejos, de 22 años, quien resultó herido a la altura del hígado.
El joven, que hacía changas como cadete en su moto KMX verde, vivía a pocas cuadras del lugar del hecho, en el Fonavi de Acevedo al 2900. El muchacho también presentaba una herida cortante en el mentón y falleció antes de llegar al Hospital de Emergencias, adonde era trasladado por un patrullero del Comando Radioeléctrico.
Los vecinos escucharon los incidentes desde el interior de sus viviendas y recién se atrevieron a salir cuando llegaron efectivos de la policía, alertados por una vecina que vive a escasos metros del lugar donde se produjo el hecho. La mujer advirtió que un joven estaba herido al escuchar que otro muchacho trataba de reanimarlo: "Respirá, Narigón", le decía.
"Esto fue una batalla campal, me despertaron los gritos", señaló una mujer que atiende un local de videojuegos en la misma esquina, donde los contrincantes perdieron un paquete de cigarrillos y una llave.
En tanto, la policía arrestó a Diego Cisneros, de 24 años, acusado de ser el autor material del hecho, quien será indagado hoy por el juez de Instrucción Carlos Triglia. Según un vocero policial, el joven contaba con antecedentes por agresión y en su poder se secuestró un revólver calibre 32. Además, la policía busca a un joven de 21 años conocido como Yaqui, que habría participado de la disputa portando otra arma de fuego.
En el caso interviene la comisaría 18ª y la Brigada de Homicidios, donde ayer prestaron declaración varios integrantes de las bandas rivales. Según la policía, la víctima del hecho también contaba con antecedentes penales.
Vecinos sitiados
"Se escucharon como diez o quince tiros, griterío y corridas, pero no les llevé el apunte porque en esa esquina siempre se pelean. Nadie se animó a salir porque esto era un lío de tiros. Te asomás y sonaste", señaló una mujer de 25 años mientras conversaba con un grupo de vecinas que pidieron reserva de sus nombres por temor a represalias.
Las mujeres del lugar aseguraron que el barrio está sitiado por grupos de delincuentes que actúan con completa impunidad. "Sabemos muchas cosas, pero no podemos hablar", apuntó una vecina de 50 años en el momento en que dos jóvenes pasaban en moto por segunda vez frente a su domicilio. "¿Ves? Esos chicos son de una barra y están controlando lo que ocurre", agregó.
"Todas las noches hay un tiroteo diferente. Esta esquina se puso muy brava. Se juntan todos los días a tomar alcohol y cuando llega la noche hay que encerrarse. No se puede salir a la calle", coincidió Fabián, de 36 años, para quien los disparos a la madrugada y las peleas entre grupos antagónicos son cosas que se repiten todos los días sin atisbos de solución.