Ser árbitro, muchas veces, es una tarea ingrata. A veces, las más, son castigados tanto por jugadores como por entrenadores o simples simpatizantes que no entienden que son seres humanos, con sus defectos y virtudes, y que se equivocan. También es una actividad que tiene su lado gratificante. El reconocimiento es su mejor paga.
En ese sentido, no deja de ser un honor para el rugby rosarino que dos jueces locales fuesen nominados para dirigir en dos torneos tan importantes como lo son el Panamericano y el Hemisferio Sur, designaciones que recayeron en Santiago Borsani y Carlos Molinari respectivamente.
Y no es sorpresa, ya que ambos demuestran fecha tras fecha que están dentro de los cinco mejores arbitros de la Argentina.
El hecho puede ser tomado como una casualidad por la cercanía de las fechas entre los dos torneos internacionales, pero lo cierto es que existe un ránking nacional que ordena los destinos de dichas designaciones.
Molinari, a Australia
Carlos Molinari representará a Argentina como árbitro en el Hemisferio Sur que se desarrollará en Australia, un torneo donde los mejores exponentes de la división menores de 21 años se darán cita.
-¿Se aprende cuando viajás al exterior a dirigir? \-Sí, porque en el caso de este campeonato tenemos asesores internacionales que dan su punto de vista. Además, vivís catorce días a pleno rugby, entrenando, hablando permanentemente de reglas y de un montón de cosas... En definitiva te hace crecer porque te abre un poco al juego de países más desarrollados en esto. Hay diferentes formas de jugar y también distintas maneras de dirigir. De ahí sale una simbiosis muy interesante y siempre se rescata algo.
-¿Cómo se puede trasladar esa experiencia que acumulan en el exterior al resto de sus pares? \-Esto es mucho de trabajo físico y de esfuerzo, pero también algo de talento. Somos profesionales en todo, menos en el dinero. Entrenamos, estudiamos, nos preparamos y obviamente somos amateurs. Con respecto a nuestros colegas y amigos sólo tenemos un poco más de conocimiento y de experiencia, nada más, la que transmitimos desde ya hace un largo tiempo. Este deporte -pienso que por poco tiempo- está abierto para el arbitraje donde cualquiera que se arrime, si se preocupa y se capacita, puede llegar a divertirse mucho y a veces en los niveles más altos.
-Profesionalizando el arbitraje, ¿el nivel mejoraría? \-Es una gran duda. Yo supongo que sí, ya que si tenés mayor tiempo para capacitarte, entrenarte y hacer todo lo que esto requiere, vas a aprender más. Si le metés mucho ahínco a una cosa, la vas a hacer mucho mejor que si lo hacés part time.
Borsani, en el Panamericano
Santiago Borsani, en tanto, está en Canadá. Es uno de los árbitros del torneo Panamericano. Recibió la designación internacional con mucha alegría, ya que hacía un tiempo bastante largo que no recibía alguna.
Previo a viajar, dialogó con Ovacion sobre el referato rosarino y el momento particular por el que atraviesa.
-¿Cómo ves el arbitraje rosarino en el contexto nacional? \-Yo creo que está en muy buenas condiciones, como pienso también que no es casualidad que haya dos árbitros que salgan al mismo tiempo. Quizás hay alguna coincidencia en cuanto a la cercanía de las fechas, pero creo que es producto de un buen momento del referato rosarino, momento que se refleja en buenas designaciones tanto a nivel internacional como a nivel local.
Durante 1999 Santiago Borsani figuraba como número uno de la Argentina, pero dos meses antes del Mundial de Gales, ese lugar lo ocupó sorpresivamente Pablo Deluca, que fue quien armó sus valijas y fue a dirigir al Viejo Mundo. Recordando ese hecho la pregunta cayó por su propio peso.
-¿Esperás tener un poco más de suerte con la gente que integra la nueva comisión de referís a nivel nacional? \-Sí, espero tener un poco más de fortuna que con la comisión anterior.
-Esas comisiones ¿no tendrían que ser un poco más imparciales a la hora de elegir? \-Todo el mundo sabe que hay centralismo porteño en todas las decisiones políticas de la vida argentina y el rugby, obviamente, tampoco puede escapar a ello.
La Ciudad
