Buenos Aires.- Los restos de los dos sargentos asesinados a balazos durante un asalto en el barrio porteño de once fueron inhumados el mediodía de ayer en el cementerio de Chacarita en medio de críticas e insultos contra el secretario de Seguridad Interior de la Nación, Enrique Mathov, y el jefe de la Policía Federal, comisario general Rubén Santos. En tanto, dos personas fueron detenidas ayer por el atraco ocurrido la mañana del sábado.
"Vamos a llevarle tranquilidad al dueño del negocio, y se sorprenderá cuando se sepa de dónde proviene el episodio", dijo el comisario general Santos para agregar que "hay dos detenidos por el caso". Asimismo, fuentes extraoficiales sostuvieron que entre los integrantes de la banda de ladrones habría empleados o ex empleados del dueño del comercio asaltado.
Tras el asalto al comercio ubicado en Larrea y Tucumán, fueron asesinados los sargentos primero Roberto Cevallos y Rubén Darío Montaó, de la comisaría 7ª, cuyos restos fueron inhumados el mediodía de ayer en el panteón policial del cementerio de Chacarita. En el tiroteo, también fue herido el cabo primero Miguel Zarza y murió uno de los delincuentes.
Durante el entierro de los policías que se realizó al mediodía, un grupo de personas insultó y abucheó al secretario de Seguridad Interior Enrique Mathov y al jefe de la Policía Federal comisario general Rubén Santos.
"Que se vayan, renuncien, esto no se aguanta más", gritó un hombre a Mathov y Santos, mientras se desarrollaba la ceremonia fúnebre.
Al responder a los insultos, Mathov dijo: "Nosotros comprendemos el dolor de los familiares, comprendemos el dolor de todo el pueblo cada vez que un servidor cae en cumplimiento de su deber".
Frustrado intento de robo
El caso se inició a las 9.30 del sábado en un comercio de Larrea 579, propiedad de Juan Pablo Inacio, de 70 años, donde al menos seis delincuentes irrumpieron para cometer un asalto.
Según el relato del propietario del local, en el comercio se encontraba él junto a su esposa, su hijo Jorge y seis empleados, cuando ingresaron tres delincuentes con fines de robo. En ese momento los sargentos primeros Roberto Hugo Cevallos y Rubén Darío Montaó, quienes patrullaban la zona en un móvil de la comisaría 7ª, pasaron por la puerta del negocio y al observar lo que ocurría ingresaron al local.
"Los agentes que realizaban una inspección general ingresaron al lugar con los chalecos antibalas puestos, pero recibieron disparos en la cabeza", contó más tarde el jefe de la Federal.
Debido al estruendo de los impactos y alertado por comerciantes, llegó al lugar el cabo primero Miguel Angel Zarza, quien estaba de consigna en la zona, cuando los delincuentes intentaban huir del comercio. Al llegar, el policía fue atacado a balazos por los delincuentes, resultó herido en una pierna y cayó en la puerta del negocio. Desde allí Zarza siguió disparando y logró herir a uno de los delincuentes, quien finalmente murió y quedó tendido en la esquina de Larrea y Tucumán.
La Ciudad
