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Engaño y oportunismo político

En los últimos meses se ha agudizado la situación política institucional entre radicales gobernantes y los miembros del Frente Grande y Frepaso. Esta situación era de esperar para todos aquellos que conocen la historia del radicalismo y sus continuas traiciones a sus mismos afiliados. Ya a fines del siglo XIX, desalentado con sus correligionarios, Leandro N. Alem se suicidó. Varias décadas después, otro ex radical fue traicionado, Lisandro de la Torre, quien se separó del radicalismo para fundar La Liga del Sur, luego Partido Demócrata Progresista. Cuando se formó la Alianza entre el Frepaso y el partido radical no se podía esperar otra cosa que deslealtad una vez en el poder. Y así uno a uno fue obligando a alejarse a aquellos que le aportaron los votos para llegar al poder y poner en su lugar a uno de los derrotados en la última campaña electoral. A algunos les extrañará y no comprenderán una baja acción pero aquellos que conozcan la fábula de la rana y el escorpión que quería cruzar el río les ha de resultar muy fácil la interpretación. Parece que llevan en sí la esencia del engaño y el oportunismo.
Rosa Cáceres