Año CXXXIV
 Nº 49.123
Rosario,
lunes  21 de
mayo de 2001
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Inician una polémica acerca del buen gusto y el simbolismo de la obra
Los santafesinos discuten el color que tendrá el nuevo puente colgante
Atraídos por la estética, los capitalinos dejaron de lado por un momento los grandes temas de la vida cotidiana

Atilio Pravisani

Santa Fe. - Los santafesinos parecieron olvidarse por unas horas de la preocupante crisis económica y social capitalina y se dedicaron a polemizar sobre los colores que debería tener el puente colgante a partir de su renacimiento en pocos meses sobre el espejo de agua de la laguna Setúbal.
La discusión sobre los colores que tendrá el que fuera la imagen tradicional de la capital provincial llegó hasta la propia mesa de trabajo del gobernador Carlos Reutemann, cuando fue consultado por el secretario de Obras Públicas, Carlos Borra, quien trasmitió la inquietud de la Comisión de Defensa del Patrimonio Cultural para que no haya más de un color porque se rompería la unidad visual.

Bandera provincial
Sin embargo, no son todos los que opinan de esta forma y que se inclinan por el gris que tenía cuando se desplomó en 1982. Hay quienes piensan que el terracota sería el color original, mientras que una tercera alternativa sería utilizar el blanco, azul y rojo de la bandera provincial, una opción que parece entusiasmar a Reutemann y al ministro de Hacienda, Juan Carlos Mercier, uno de los que más peleó por la reconstrucción del puente colgante.
Quienes se inclinan por esta última posibilidad afirman que ésta no sería una medida muy original, ya que en la capital inglesa de Londres el puente que atraviesa el río Támesis tiene tonalidades azulinas y rojizas a tono con su bandera.
En los últimos días de la semana pasada los santafesinos se olvidaron de quejarse de los políticos, la desocupación y la economía y por unas horas se dedicaron a dar su opinión sobre el tono que debería tener el nuevo puente, aunque tampoco faltaron los que despotricaron contra la idea de discutir a través de los medios de comunicación sobre la pintura de la obra vial con tantos otros problemas más importantes para resolver.
La presentación de las opciones se están observando mediante el uso de la computación en la Dirección Provincial de Equipamiento y Construcciones Especiales, y se presentarán ante la opinión de la ciudadanía cuando se haya logrado llevarlas a una representación gráfica.

Vía alternativa
Mientras tanto, la Municipalidad ha hecho público el acceso y salida de Santa Fe cuando comience a funcionar como vía alternativa de flujo vehicular el nuevo puente colgante. De esta manera, para quienes transiten por la avenida Alem, bulevar Gálvez o avenida de los 7 Jefes, podrán acceder mediante el vínculo existente del puente Oroño, a lo que se sumará un carril adicional de fácil y seguro acceso al puente colgante, sin ocasionar demoras al tránsito. El egreso del puente colgante quedará resuelto con otro carril adicional, pero de aceleración a fin de incorporarse sin dificultades al tránsito pasante de la rama del referido viaducto.
A fin de lograr este objetivo se requiere desplazar el separador que existe entre la rama señalada del viaducto y la rama del viaducto Oroño, que vincula a la avenida de los 7 Jefes con la ruta nacional 168. El estrechamiento que se producirá en esta última compensará con el corrimiento del cordón oeste hasta restablecer la sección actual de la calzada.
Por otra parte, el acceso a la ciudad para quienes transiten por el nuevo aliviador, desembocará en la avenida costanera resultando posible proseguir hacia el norte por esa misma vía, o bien derivar por calle Lucían Molinos o Córdoba hacia el oeste.



El nuevo puente colgante está en su etapa final.
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