El gobierno dio a conocer ayer un informe a la empresa Aerolíneas Argentinas sobre los resultados de las negociaciones que mantuvo en los dos últimos días con los gremios, en un intento por acotar el margen de incertidumbre abierto anteayer tras el fracaso del acuerdo que impulsó para poner fin al conflicto. Antes de la reunión que mantuvo con la empresa, la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, dijo que el gobierno "ya no cuenta con mecanismos legales para obligar a las partes a no tomar una decisión", a la vez que no descartó que el miércoles próximo "se pueda volver al conflicto anterior y se produzcan despidos y medidas de fuerza".
Bullrich explicó que "veo una situación de mucha incertidumbre porque la compañía ya está volando con muy baja cantidad de servicio y el lunes no sabemos lo que va a hacer". La ministra ofreció un extenso informe al presidente de la empresa, Emilio Cabrera, sobre las negociaciones que mantuvo con los siete gremios para lograr la firma del acta, que quedó sin efecto ante la falta de definición de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (Apta).
Anteanoche, la solución del conflicto entró en un marco de incertidumbre cuando Apta, encabezada por su titular, Ricardo Cirielli, se negó a firmar el acuerdo, que ya había sido rubricado por los otros seis gremios de la línea aérea, al solicitar tiempo hasta pasado mañana para consultar a los trabajadores en una asamblea.
Voceros de la empresa afirmaron que ayer "no hubo contactos" con Apta, aunque no descartaron que puedan producirse "conversaciones informales" en los próximos días. Ayer, Bullrich volvió a acusar a Cirielli de "generar incertidumbre" porque sospecha que el gremio quiere "frenar una solución inteligente".
En ese marco, Bullrich dijo que "le dimos el jueves y viernes a Apta para hacer sus asambleas, y ahora nos dice que no puede venir hasta el martes. Es una excusa para no hacer nada porque no lo quieren hacer".
El acta con la que el gobierno pretendió poner fin al conflicto que se inició el pasado 24 de abril, cuando la empresa despidió a más de 220 técnicos, preveía la reincorporación del personal cesanteado, el recurso de un arbitraje voluntario, y el pago de los salarios atrasados del mes de abril.
Tras el fracaso de las negociaciones de ayer, la ministro explicó que "al no existir más herramientas legales, las partes quedan libradas a hacer lo que quieran hacer".
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La Ciudad
