La recesión en Argentina dejó fuera del sistema a 213.517 cuentas corrientes y fue una de las consecuencias más visibles de la crisis que afectó la cadena de pago de las obligaciones contraídas por el público. A partir de la ley de competitividad implementada por Domingo Cavallo, quedaron reincorporadas al sistema más de 320 mil cuentas que oportunamente fueron sancionadas por la emisión de cheques sin fondos, entre otras normas.
La suma del total de inhabilitaciones durante los 12 meses de cada año indica que 1999 fue el peor de los últimos tiempos ya que los cierres alcanzaron los 93.147 casos, lo que implica un promedio de 7.762 cierres mensuales.
Según Veraz, una calificadora de riesgo crediticio, ese dato coincide plenamente con los más agudos meses de la recesión y que demuestra que las inhabilitaciones fueron una variable efectiva a la hora de reflejar la situación de la economía real, a partir del nivel de incumplimiento de obligaciones contraídas por el público.
Los analistas explican que cuando la actividad resulta estable, el cumplimiento sube. En tanto, frente a la recesión, las posibilidades de cumplimiento empeoran.
El ranking de cierres
El informe señala además que luego del 99 en materia de mayoría de cierres de cuentas se ubican: 1998 con un total de 73.483 casos y un promedio mensual de 6123 cierres y el año pasado con 72.929 y un promedio mensual de 6077 casos. En el ranking sigue así: 1997, el último año en que la actividad económica mostró crecimiento, con una cantidad de cierres de cuentas que se ubicó en los 61.217 y un promedio mensual de 5105 casos.
"Quedan para el recuerdo, los 21.708 casos de este año, cuando en marzo, producto de la ley de competitividad quedó derogada la atribución del Banco Central para continuar con el cierre de cuentas corrientes", indica Veraz.
Desde ese momento hasta la actualidad, se liberaron alrededor de 320 mil cuentas, que oportunamente fueran sancionadas por la emisión de cheques sin fondos, motivos formales u otros.