La Secretaría de Defensa de la Competencia y el Consumidor de la Nación estudia si la cadena Carrefour, que controla además supermercados Norte y Tía, debe desprenderse de alguna de las bocas que posee en Rosario. De definirse el proceso de desinversión, se trataría del primer caso en el rubro en la Argentina.
Una comisión del organismo está abocada por estos días a la tarea de comprobar si la compañía excede el límite permitido por la ley antimonopolio que fija un tope por grupo del 30% de la torta del mercado local supermercadista. Hasta ahora, el grupo francés tiene un visto bueno provisorio para funcionar con la cantidad de bocas que posee en Rosario.
Todo parece indicar que Carrefour-Norte-Tía tendrán que ser obligados a resolver la encrucijada, ya que estarían superando esos márgenes. Según datos que maneja la Cámara de Supermercados de Rosario, superan, a partir de la fusión que se concretó el año pasado, el 40%, distribuido de la siguiente manera: Carrefour 14,5%, Norte 23,6% y Tía 2%, con unas doce bocas.
En mayo de 2000, cuando la cadena francesa Carrefour tomó el control total de Norte-Tía, la Secretaría que dirige Carlos Winograd le dio luz verde a la fusión aunque se trató de una autorización con ciertos condicionamientos.
Una de las normas que debía cumplir el megagrupo era no abrir nuevos locales en el Gran Rosario durante un año (al 30/04/01), plazo después del cual se analizaría nuevamente la arquitectura del mercado rosarino para determinar qué porcentaje de la torta, para entonces, cubría la empresa.
El parate que vino con la crisis
Para satisfacer el requisito, Carrefour "apostaba" a la concreción de las inversiones anunciadas para Rosario por otras empresas como Jumbo, Coto y Wall Mart, las que finalmente, en el marco de una brutal recesión, quedaron en el freezer.
El pasado 30 de abril se venció ese plazo y Carrefour tuvo que presentar un informe detallando la situación del mercado de Rosario. Ese estudio está ahora en manos de la comisión investigadora del organismo de Defensa de la Competencia. Un dato que muestra que la resolución de la secretaría pretende ser inminente es que en los próximos días desembarcará en la ciudad un grupo de abogados y economistas que constatarán in situ la realidad de la plaza local en materia de súper e hipermercados.
Con los números en la mano, la comisión elaborará posteriormente el veredicto final. Si se comprueba que el grupo Carrefour está fuera de los límites permitidos, se determinará cuántas bocas deberán relegar y en qué plazo.
Fuentes de la secretaría confirmaron a La Capital que "suponiendo que el resultado sea desfavorable para Carrefour obviamente habrá una resolución obligando a la desinversión. De todos modos hay que esperar la evaluación de la comisión", dijeron. También se aseguró que se trataría del primer caso en el rubro.
Sinsabores de una fusión
Mientras en París los funcionarios del grupo Carrefour festejaban hace un año la autorización del gobierno argentino para fusionarse con la cadena Norte-Tía y aseguraban que se convertirían en el "líder de la distribución" de estas latitudes, los empresarios locales de supermercados y mercados no ocultaban sus caras largas. También se quejaron muchos proveedores por la posibilidad de que se cometan abusos por una posición dominante.
El mayor temor se centró en que la supercadena pudiera fijar precios en forma cartelizada, por lo cual proveedores y consumidores solicitaron oportunamente a la Secretaría de Defensa de la Competencia que siga estrictamente las actividades del grupo en la región.
La situación se repitió en otros puntos del territorio nacional ya que desde la fusión, Carrefour pasó a manejar nada menos que el 30% del mercado de todo el país con una facturación anual de 4.400 millones de pesos al año.
En la Argentina sobre unas 75 empresas supermercadistas, una docena de grandes cadenas comercializa más del 85% de lo que se mueve en el mercado, unas 73 empresas medianas dominan el 14,1%.
La Ciudad
