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Informarse es básico para opinar

Parece increíble pero es verdad. He leído en la edición de ayer una carta suscripta por Jorge Raúl Llonch en la que me imputa no haberme ocupado del problema de Aerolíneas Argentinas desde su privatización. El señor Llonch debe haber estado en otra parte allá por 1990 cuando, solitariamente, desde mi cargo de diputado nacional y como miembro de la Comisión Bicameral de Seguimiento de las Privatizaciones, denuncié que la operación que iba a hacer Iberia para adquirir Aerolíneas resultaría un fracaso porque no compraba con plata propia sino que endeudaba a la misma compañía que estaba adquiriendo. Lo denuncié en 1990, cuando muchos otros eran contemplativos con lo que yo advertía tempranamente. Después, desde entonces hasta hoy, he venido cuestionando en la Cámara y en notas periodísticas todos los desastres que Iberia y sus socios españoles hicieron en Aerolíneas. Pienso que esto lo sabe todo el país excepto el señor Llonch. Si alguna duda le queda le recomiendo que lea mi libro "Privatizaciones en privado" (editorial Planeta, Buenos Aires, 1993) donde podrá enterarse en dos fundados capítulos sobre lo que pasó en aquel momento con la privatización de Aerolíneas y cuál fue la postura de cada uno de los doce miembros de la Comisión Bicameral. Descuento que tendrá algunas sorpresas. Desde aquel tiempo hasta el presente le sugiero que relea la colección de La Capital para tomar noticia de lo que hice y lo que dije con respecto a Aerolíneas y su privatización. Porque si se ignora lo que todos conocen, es recomendable informarse antes de escribir cartas de lectores.
Alberto Natale