| | cartas Viajes gratis para jubilados
| Mis padres quizás por querer darme una buena educación desde muy pequeño me enviaron a una escuela que quedaba lejos de mi casa paterna. Durante los seis años de estudios primarios debí manejarme en tranvías y ómnibus. Lo mismo me sucedió cuanto seguí estudiando en la secundaria otros cinco años con dos o más viajes diarios. Terminados los estudios debí trabajar y durante 40 años viajaba en los transportes urbanos cuatro o más veces al día. Si a esto le agregamos los viajes por entretenimientos, cines, estadios de fútbol, balneario, etcétera, tenía un promedio de cuatro viajes por día. No creo ser el único que haya tenido que hacer tantos viajes antes de llegar a los 70 años de edad en que el ciudadano rosarino no paga su boleto en los ómnibus. Creo que con mi contribución les debo haber dado muchas ganancias a los empresarios privados y estatales por lo cual creo merecer estos viajes con tarjetas gratis. Considero una felonía decir que gente pudiente se aprovecha de esta franquicia para molestar a los empresarios. Los pudientes viajan en autos propios o en remís. También es una maldad decir que hay jubilados ricos que ganan más de 500 pesos, cuando la mayoría está en lo mínimo como lo dicen las reparticiones nacionales. Me gustaría saber cuántos jubilados cobran más de mil pesos, que es el costo de la canasta familiar, salvo los políticos con jubilaciones de privilegio, pero éstos andan en autos importantes y no en sucios y desvencijados ómnibus urbanos como los que recorren nuestra ciudad. Eduardo Rodríguez
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