River Plate destrozó literalmente a Emelec de Ecuador por un impiadoso 5 a 0 y de esa manera tan rotunda y contundente avanzó a los cuartos de final de la Copa Libertadores, instancia en la que enfrentará a Cruz Azul de México.
En el partido de ida, también muy duro, River había caído 2-0 en Guayaquil y entonces debía al menos vencer por dos goles para forjar al menos un desempate por penales.
Pero River fue un equipo arrollador, por momentos lujoso, brillante y con figuras estelares como Coudet, Ortega y Saviola, demasiado para la increíble timidez que exhibió un rival que se plantó sin ningún rubor a colgarse del travesaño, y que para peor no supo nunca aprovechar la ventaja numérica que dispuso desde los 37 minutos del primer tiempo, cuando Cardetti se fue expulsado, en correcto fallo del árbitro.
River se fue al descanso con dos goles arriba, pero la sensación de que pudo haber hecho varios más y que si seguía en ese ritmo y nivel no tendría complicaciones para seguir en el torneo estaba latente.
A los 21 minutos, Celso Ayala abrió el marcador con un certero cabezazo tras centro de Coudet y fantástica jugada previa de Hernán Díaz, otro baluarte de la resonante y tan festejada goleada.
Y a los 35 Saviola sorprendió a toda la defensa con un salto felino y un cabezazo espectacular para estampar el segundo.
Once amonestados, seis del visitante, un expulsado, dos goles, diez situaciones de gol en el asedio millonario y apenas un remate al arco del gélido Emelec enmarcaron un primer tiempo netamente favorable a River.
El 3-0 sobrevino a los 11 minutos del complemento por intermedio de Mario Yepes, quien aprovechó un rebote en el arquero luego de un remate de Saviola y a los 17 llegó otro golazo de Saviola, picándola sobre la salida de Viteri.
Faltaba el de Ortega y no tardó en llegar. Un notable pelotazo largo de Saviola lo dejó libre de marcas y llevó la pelota a la red en exquisita definición. Allí mismo su ya deteriorado tobillo izquierdo dejó de funcionar y fue reemplazado, en medio de una imponente y merecida ovación.
Después, con la clasificación asegurada, vinieron otros cambios para resguardar a algunas figuras para el partido del domingo ante Belgrano por el Clausura. Se fueron Saviola y el monumental Coudet, mientras que el entrenador Rodolfo Motta agotó los suyos pero sin ningún resultado.
River siguió dominando, atacando y generando situaciones de gol. ¿Emelec? Completamente perdido, ausente.
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La Ciudad
