El Papa Juan PabloII afirmó ayer que el fenómeno de la globalización no asegura la equitativa distribución de los bienes entre los ciudadanos e insistió en la necesidad de que sea perdonada parte de la deuda externa de los países pobres. "La globalización, mirándolo bien, es un fenómeno ambivalente, a mitad camino entre un bien potencial para la humanidad y un daño social de no pocas consecuencias", afirmó durante una entrevista en el Vaticano con miembros de la Fundación Etica y Economía.
Juan PabloII, que hoy cumple 81 años, manifestó que aunque la globalización es un proceso que permite grandes posibilidades de crecimiento y de producción de riquezas, también es cierto que "muchas veces la riqueza productiva se queda concentrada en pocas manos".
Ello conlleva además, según precisó, que las naciones más pobres pierdan soberanía y que se desemboque "en un sistema mundial gobernado por pocas manos privadas".
Reconoció que el libre mercado es una realidad de esta época, pero subrayó que existen todavía necesidades humanas imprescindibles que no pueden ser fagocitadas por ese mercado libre.
Manifestó que la Iglesia apuesta por un crecimiento económico unido a otros valores, para que el crecimiento sea equitativo, estable y respetuoso con los individuos y con las sociedades.
Cumpleaños sin festejos
El Pontífice no tiene previsto ningún acto especial para celebrar hoy su 81 cumpleaños y pasará día trabajando como en cualquier jornada normal, aseguraron fuentes próximas al Vaticano. "Después de celebrar la misa como de costumbre a las 7 de la mañana en mi capilla privada, continuaré trabajando", según citaron los medios de comunicación al anciano jefe de la Iglesia Católica en base a declaraciones de sus colaboradores.
El programa de su actual cumpleaños contrasta con el del año pasado, en el que Karol Wojtyla celebró sus 80 años acompañado por miles de sacerdotes de todo el mundo, así como por la Orquesta Sinfónica de Londres.
Este año, accedió solamente a hacer una pequeña pausa después de comer. Fuentes vaticanas aseguraron además que el pontífice recibirá una comida típica polaca, que incluirá salame procedente de su país natal.
Los regalos de cumpleaños comenzaron ayer a llegar al Vaticano procedentes de todo el mundo y el vicario apostólico para la diócesis de Roma y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, el cardenal Camilo Ruini, se adelantó y durante una audiencia privada se convirtió en el primero en felicitarlo personalmente.
Pese a su edad y los cada vez más evidentes síntomas del síndrome de Parkinson, el Papa sigue un intenso ritmo pastoral con un programa de actividades de 16 horas diarias.
El director de prensa de la Santa Sede, el español Joaquín Navarro Valls, explicó recientemente en la radio italiana su frustración al no conseguir que Juan PabloII acceda a sus peticiones y descanse. "Alguna otra persona tendría que explicarle al Papa el concepto de fin de semana, porque yo he fallado directamente", aseguró. "No quiero decir que no haga nada, sino sólo que lea y descanse un poco".
La semana pasada, el jefe de la Iglesia Católica regresó de una dura gira de seis días por Grecia, Siria y Malta. Durante su peregrinación siguiendo los pasos del apóstol San Pablo, el Papa se veía especialmente cansado, pero pese a todo consiguió revivir las difíciles relaciones de Roma con los ortodoxos y los musulmanes.
Además, entre el lunes y el miércoles próximo, Wojtyla presidirá un consistorio extraordinario en el que los cardenales de todo el mundo debatirán en el Vaticano sobre el futuro de la Iglesia Católica en base a la proclamación apostólica Tertio Milenio Ineunte (Al comenzar el tercer milenio).
Por otra parte, la Santa Sede dio ayer a conocer el programa que seguirá el Pontífice durante su próximo viaje a Ucrania, del 23 al 27 de junio. La gira, que será la número 94 en sus ya más de 22 años de pontificado, comprenderá más de 15 actos públicos.
Algunos médicos italianos se mostraron alarmados por el alto nivel de actividades que sigue el Papa y recomendaron que aminore el ritmo. Sin embargo, los que lo conocen dicen que Wojtyla está más sano de lo que parece.
"Está hecho de acero", consideró Pier Paolo Visentin, médico encargado de las emergencias en ciudad del Vaticano. Al ser consultado acerca de por qué el Papa se mostró tan agotado durante su último viaje, Visentin contestó: "Se veía tan agotado como se vería cualquier otro hombre de su edad sujeto a un terrible stress físico y emocional".