Una banda de delincuentes eligió la localidad de Gálvez, a unos 70 kilómetros al norte de Rosario, para concretar dos objetivos: apoderarse de dinero y hacerse de un miniarsenal compuesto por poderosas armas de fuego. Por eso, ayer a la mañana un grupo irrumpió en la Asociación Mutual Club Deportivo Jorge Newbery, de donde sustrajo apenas 1.500 pesos. Y otro, en forma casi simultánea, se introdujo en la casa del gerente de la institución -propietario de la única armería de la ciudad- y sustrajo 17 armas de grueso calibre como, por ejemplo, fusiles, escopetas, carabinas y pistolas. El cinematográfico hecho no terminó allí porque la gavilla se enfrentó a balazos con la policía cerca de Arocena y después desapareció en la zona rural de San Fabián.
Como consecuencia del tiroteo, el Renault Clío azul en que escapaban los delincuentes resultó averiado y fue abandonado con casi todas las armas en su interior. Además, uno de los presuntos integrantes de la banda fue detenido cuando estaba escondido debajo de un puente de la autopista Rosario-Santa Fe, entre unos matorrales. El resto del grupo habría fugado en otro vehículo no identificado que servía de apoyo y no pudo ser detectado.
El hecho se inició a las 7.40, cuando tres hombres jóvenes ingresaron al local de la Mutual del Club Jorge Newbery, ubicada en San Martín y Colón, con sus rostros descubiertos y esgrimiendo armas de puño. En ese momento las únicas personas que estaban en la institución eran el gerente Conrado Germán Scozziero y dos empleados administrativos. Los delincuentes controlaron enseguida la situación: inmovilizaron a las víctimas y las encerraron en el baño.
Al parecer los delincuentes prestaron una especial atención a Scozziero, a quien le sustrajeron mil pesos en efectivo, dos teléfonos móviles y las llaves de su casa. Según fuentes policiales, el gerente y los dos empleados estuvieron cerca de 15 minutos maniatados en el baño de la mutual mientras los maleantes tomaban todo el dinero que había en la caja. Los voceros indicaron que en la institución no había mucho dinero, pero no pudieron precisar cuánto efectivo fue robado. Algunas versiones indicaban que la plata sustraída en total llegaría a los 1.500 pesos.
Pero la intención del grupo no era sólo llevarse dinero en efectivo, sino también un poderoso arsenal. Por eso, y con las llaves del gerente, los maleantes se dirigieron hasta su vivienda de Newbery 735, a dos cuadras y media de la mutual, donde el directivo posee un negocio de venta de armas. La policía cree que la banda pudo desdoblarse: una parte actuaba en la mutual y otra se dirigió a la casa del gerente apenas obtuvo las llaves de la vivienda .
Graciela Ilda Sabino, la esposa del funcionario, fue sorprendida mientras dormía, al igual que su pequeño hijo. A punta de pistola la despertaron y le dijeron: "Queremos las armas, ¿dónde están? No te va a pasar nada". La mujer no tuvo otra salida que conducir a los delincuentes hasta el negocio. De esa forma se apoderaron de un fusil automático liviano (FAL), dos revólveres calibre 22 y 32, tres escopetas calibre 12 grande y chico, un fusil Winchester 7.62, tres carabinas Mahely 22 y dos pistolones calibre 22 corto y 12 chico, entre otras. En total fueron 17 armas que estaban embaladas en cajas.
Persecución y tiroteo
Luego los maleantes se subieron al Renault Clío azul en el que habían llegado y emprendieron la fuga. A todo esto, la policía de la Unidad Regional XV ya había sido alertada y detectó a los sospechosos en cercanías del cruce de la autopista Brigadier López y la ruta provincial 80S. Según fuentes policiales, el tiroteo se produjo cuando los prófugos intentaban ingresar a la autopista en dirección al sur.
Los asaltantes lograron burlar el cerco policial, pero el Clío sufrió el reventón de un neumático y una seria avería en el motor causada por un balazo. Minutos después fue reportado el hallazgo del automóvil a la altura del kilómetro 93 de la autopista, muy cerca de San Fabián.
En el interior del coche los uniformados encontraron 15 de las 17 de las armas robadas. Alrededor del mediodía también se informó la detención de uno de los presuntos delincuentes que estaba escondido debajo de un puente a pocos metros de donde apareció el Clío. Según la policía, el sospechoso tenía encima una pistola Bersa calibre 40 y uno de los teléfonos del gerente.