Berlusconi se prepara para formar gobierno

Nicholas Rigillo

Roma. - El magnate italiano Silvio Berlusconi trabajaba ayer en la formación de su gabinete, después de que su coalición derechista, Casa de las Libertades, consiguiera una arrolladora victoria en las elecciones del domingo, que le aseguró la mayoría absoluta en ambas cámaras del Parlamento, con 368 diputados sobre 630 y 177 senadores sobre 315. El partido de Berlusconi, Forza italia, obtuvo resultados especialmente buenos: cerca del 30 por ciento de los votantes le dieron su apoyo. Ningún otro partido había logrado esa cifra desde la reforma del sistema electoral italiano a principios de los 90. "Es una clara señal de cambio", dijo el multimillonario que desbancó a la coalición centroizquierdista de El Olivo.
Todo indica que su arrasante victoria, considerada un triunfo personal, le permitirá incluso asegurarse la mayoría en la Cámara de Diputados sin el apoyo de la Liga Norte, su aliado más impredecible y abiertamente xenófobo. En su anterior experiencia como jefe de gobierno, en 1994, Berlusconi se vio forzado a renunciar cuando la Umberto Bossi, jefe de la Liga Norte, le retiró su apoyo. Esta vez, sin embargo, la Liga sufrió un duro revés en las urnas, y quedó apenas por debajo del umbral necesario -un 4 por ciento de los votos- para tener representación en la Cámara de Diputados.
El reequilibrio de fuerzas a favor del partido de Berlusconi fue bien recibido por los analistas como una posibilidad de ahuyentar futuras crisis de gobierno, en un país donde la inestabilidad política es un problema crónico para todos los ejecutivos. Sin embargo, el número dos de la Liga Norte advirtió que la presencia del partido en el Senado es todavía decisiva. "No vamos a chantajear al gobierno, pero esperamos que Berlusconi y la Casa de las Libertades cumplan sus obligaciones", apuntó Roberto Maroni.
La Liga se presentó al Senado como parte de la Casa de las Libertades y acudió por separado a los comicios para la Cámara de Diputados. Según Maroni, la Liga ha pagado un alto precio por su asociación con Berlusconi bajo el techo de la Casa de las Libertades, al tiempo que insistió en la necesidad de fortalecer el federalismo de las regiones en detrimento del poder central en Roma "para fines del verano (boreal)".
El presidente italiano, Carlo Azeglio Ciampi, comenzará las consultas políticas cuando el nuevo Parlamento se reúna a fines de mayo, para encargar a Berlusconi la formación del gobierno número 59 de la posguerra.
Mientras tanto, la prensa italiana se dedica a especular sobre la composición del futuro gabinete, que según la reforma política aprobada recientemente tendrá sólo 12 ministerios. Hasta el momento, la única certeza es que Giulio Tremonti, un abogado tributarista, se hará cargo del flamante Ministerio de Economía. Gianfranco Fini, líder de la neofascista Alianza Nacional, tiene serias posibilidades de ocupar la vicejefatura de gobierno, mientras que Pierferdinando Casini, de los democristianos CCD, se haría cargo del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Otro dirigente católico, Rocco Buttiglione, podría ir a Educación, y el presidente de Ferrari, Luca Cordero di Montemezolo, se haría cargo de algún puesto clave en comercio o deportes.
Una vez en el poder, se espera que Berlusconi elimine el impuesto a la herencia, desgrave las ganancias reinvertidas y bloquee la reforma educativa aprobada tras años de debate por el saliente gobierno del Olivo. El cumplimiento de una de sus mayores promesas electoras, un radical recorte de impuestos, deberá ser llevado a cabo con extrema cautela, porque los socios europeos del euro temen que esta decisión afecte la fortaleza de la moneda común. "Tenemos un sueño, pero somos cuidadosos. Sabemos que estamos en Europa, y debemos acatar el Pacto de Estabilidad (de la Unión Económica y Monetaria y Europea)", dijo Tremonti al Financial Times en una reciente entrevista.
Durante la campaña, Berlusconi se defendió de los ataques que apuntaban al conflicto de intereses que supondrán su millonarios negocios cuando llegue al poder asegurando que resolvería el problema "en los primeros 100 días de gobierno". Hasta ahora, no ha hecho mención del asunto.