| | cartas Apodo molesto
| Con respecto a los panfletos que aparecieron pegados en algunas esquinas de nuestra ciudad el 2 de mayo, quiero expresar la opinión que comparto con el 75 por ciento de los rosarinos. Les recuerdo a todos que nuestros hijos de Arroyito se recibieron de pecho frío durante una helada tarde en el chiquero (antes de que lo remodelen con los cadáveres de los desaparecidos en las bases de sus columnas). Era una tarde muy fría de 1974, durante ese año nevó en Rosario y se jugó la única final que disputaron hasta el presente el glorioso Newell's Old Boys y su hijo de Arroyito. El partido debía jugarse en cancha neutral, por eso se jugó en cancha de ellos para que hubiera cantidades similares de hinchas (porque en el parque nunca pueden llenar la tribuna) y también para que no estuvieran condicionados por ese complejo que tienen que les impide ganar en nuestro estadio. Ese 2 de junio de 1974, a los 30 minutos del segundo tiempo, los tenía victoriosos por 2 a 0. Sus simpatizantes estaban plenos de felicidad... Pero por algo son hijos nuestros y en 10 minutos el papá puso las cosas en su lugar con un gol de Capurro de cabeza y un golazo de Marito desde fuera del área que los dejó helados de por vida. Posteriormente se produjo uno de los tantos abandonos al suspender los simpatizantes el partido para evitar el triunfo rojinegro y la correspondiente vuelta olímpica en una muestra más de intolerancia y falta de espíritu deportivo. Marcos Sánchez
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