Riesgo de contagio de enfermedades sexuales

Los viajeros son los más expuestos. Ante la falta de controles, bien vale la prevención

La prevención de las enfermedades de transmisión sexual (ETS) constituye una prioridad menor para los servicios de medicina del viajero, a pesar de una creciente evidencia que demuestra que los viajeros presentan cada vez mayores riesgos de adquirir estas infecciones.
Los viajeros de corto plazo suelen involucrarse en prácticas de sexo casual durante su viaje, y esta proporción aumenta notablemente entre aquellos cuya estadía se torna prolongada.
Pocas publicaciones se hallan disponibles acerca de las intervenciones preventivas posibles. Educación y asesoramiento constituyen componentes claves de la disminución del riesgo.
Nuevos estudios deben realizarse para identificar herramientas efectivas que permitan promover prácticas de sexo seguro y que disminuyan la diseminación de estas infecciones mediante la promoción del uso de profilácticos.
La infección por el virus de la hepatitis es la única enfermedad de transmisión sexual que puede prevenirse mediante la vacunación. La factibilidad y costo-beneficio de la búsqueda post-exposición en viajeros constituye un campo virtualmente inexplorado, a pesar de que éste podría representar un importante componente de las estrategias de control en los países desarrollados.
(Extractado del boletín del Centro
de Estudios Avanzados
en Inmunoinfectología y Sida
de la Universidad de Rosario)