-¿Cómo y cuándo se formó el grupo? -El grupo se originó a principios del 96 como un dúo. A fines del 99 se formó la banda con Pablo Elizondo (guitarra y coros), Lucas Carena (bajo y coros), Ezequiel Elizondo (batería), Jorgelina Claverie (cello) y yo (voz, guitarra, armónica y bandoneón). El año pasado grabamos el demo "A puerta cerrada", que ahora está circulando en forma de CD como nuestro disco debut y tiene cinco canciones. A mediados de marzo salieron 500 copias. -¿Dé donde viene el nombre? -Catarsis para mí es la purificación de las pasiones, es como un purgatorio, un confesionario. En ese estado yo compongo mis canciones. El objetivo es que el público haga catarsis cuando nos escucha, ese sería nuestro ideal. -¿Cuáles son las principales influencias? -Yo soy el más cerrado de la banda con respecto a las influencias. A los hermanos (Elizondo) les gustan los Beatles y Divididos, el bajista y la cellista tienen una formación bien clásica. A mí me marcaron John Lennon y Charly García, el "Unplugged" de Nirvana y a partir de los 19 me metí con el tango. -¿Por qué elegiste el tango a esa edad? -Mi abuelo paterno era cantante de tangos, creo que eso me llegó mucho. Siempre me llamó la atención el bandoneón y a los 19 conseguí uno y empecé a estudiar. Después lo metí en las canciones. Del tango me gusta mucho la Vieja Guardia. También las orquestas de Pugliese y de Troilo. Entre los cantores me quedo con Edmundo Rivero, Roberto Goyeneche, Angelito Vargas y Julio Sosa. -Como veinteañero, ¿no te sentiste como sapo de otro pozo cuando empezaste a escuchar tango? -No me fijé en eso, porque lo del tango fue aleatorio, se dio sin pensarlo. Para mí la música es una necesidad más que una elección. -¿Por qué las letras son tan oscuras? -Las letras están abiertas a distintas interpretaciones. Reflejan estados de ánimo. Pero no creo que este disco sea oscuro o triste. "A puerta cerrada" es el título de una obra de teatro de Sartre. Las letras están orientadas a la idea de Nietszche del hombre a solas consigo mismo. -¿Cómo se puede insertar el estilo del grupo en el mercado cuando lo que se escucha es totalmente diferente? -Yo no tengo esa visión de mercado. Creo que hay que pensar en el mercado y en el producto cuando eso se vuelve un negocio, pero no cuando estás componiendo. Yo prefiero ir por la tangente, no quiero ser parte de un grupo más. Sé que el tipo de música que hago es para escuchar, no para bailar. A mí no me salen los ritmos chabacaneros, sin tirar mala onda a ese tipo de música. Lo nuestro es para un público parecido al de los 70, pasivo físicamente pero más conectado con la música mentalmente. -¿Tienen espacio para tocar en vivo? -Nuestro objetivo es tocar en vivo cada 15 días. Ya pasamos por La Bastilla, La Misión del Marinero y el teatro de la Manzana. Ahora estamos planeando armar recitales en algún teatro de Rosario con más bandas locales y alguna de Buenos Aires. Hay que crear ese movimiento, aunque suene ambicioso. La idea es que se genere un ida y vuelta con los músicos de Buenos Aires, donde esperamos grabar.
| La banda editó en marzo el CD "A puerta cerrada". | | Ampliar Foto | | |
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