Año CXXXIV
 Nº 49.118
Rosario,
miércoles  16 de
mayo de 2001
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Infierno en la 25ª. Trescientas personas en un acto por el trágico incendio
Escrache con reclamos de justicia
Familiares y amigos de los presos muertos el 15 de noviembre marcharon hasta la seccional de Pueblo Nuevo

Paola Irurtia

Unas trescientas personas se reunieron ayer en el primer escrache organizado para pedir justicia por 13 detenidos que murieron el pasado 15 de noviembre, en un incendio dentro de la comisaría 25ª de Pueblo Nuevo, en Villa Gobernador Gálvez. Por ese episodio, la jueza a cargo de la investigación imputó sólo a uno de los internos sobrevivientes, a quien le adjudican haber iniciado el fuego tras un intento de fuga frustrado y con algunas aristas confusas. La magistrada no encontró que tuvieran responsabilidades por la peor catástrofe de la historia carcelaria en la provincia los policías que se encontraban ese día en la seccional. Ese punto unifica los mayores reclamos de justicia de los familiares de los detenidos fallecidos.
Al grito de "asesinos", una columna de personas de casi una cuadra de extensión llegó pasadas las 18.30 frente a la seccional de Pueblo Nuevo, que se encontraba vallada y custodiada por unos cincuenta policías desde un par de horas antes.
Los familiares de los detenidos que murieron, de otros que sobrevivieron e incluso del único imputado por la masacre fueron quienes reclamaron, algunos entre lágrimas y otros por altoparlante, que la jueza escuche los testimonios de todos los que se encontraban en la seccional el día del fatal incendio.
Los familiares aseguran que los policías a cargo de la seccional, el oficial Sergio Blanche y los agentes Rubén Martínez, Raúl Moyano y Ada Meneses no avisaron a los bomberos cuando comenzó el fuego y obstaculizaron el egreso de los detenidos cuando las llamas, en escasos minutos, tomaron el penal. "Los dejaron morir como perros. Los golpearon y los balearon", sostienen ante quienes quieran oírlos.

Sin explicaciones
Varios vecinos que salieron a la calle para ver el escrache señalaron que el día del incendio "se escucharon cualquier cantidad de disparos. Pensamos que había algún preso armado y que le estaban contestando (a los policías) desde adentro". También recordaron el humo irrespirable y el olor a carne quemada que llegaba a sus casas con el viento.
"Fue una masacre que no tiene explicación más allá de que para estas fuerzas del orden el asesinato y la tortura son una forma permanente de vida, así como el gatillo fácil contra pobres y marginados", señaló Carlos de la Torre, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos.
El tío de Juan Alfredo Odi, uno de los 13 detenidos que murieron, reclamó a la jueza Susana Portillo de Pigliacampo por el modo en que se realizó la reconstrucción del siniestro. "Queremos que todos los que estuvieron ese día den su testimonio sobre lo que ocurrió, y que a los policías les tomen declaración indagatoria y no testimonial, como hasta ahora", indicó el hombre. También señaló que la jueza hizo su dictamen -en el que procesó a Jorge Luis García- en cuatro meses, tiempo que consideró insuficiente para hacer una investigación precisa.
La mujer de García también participó del repudio con una foto de su esposo y un cartel que decía: "Blanche, García está pagando por lo que vos hiciste". La mujer señaló que su esposo, detenido en Coronda, "se encuentra muy mal" y no quiere hablar ni de lo que ocurrió el día del incendio, ni de las presiones que padeció durante la instrucción de la causa.
La hermana de Jorge Carbone, otro de los presos fallecidos, señaló que el chico estaba preso acusado por el robo de un buzo. "La policía los dejó morir. Son más culpables que cualquiera de los que estaban adentro", señaló.
También la madre de Pablo Avalos, otro de los fallecidos, apuntó a la negligencia del oficial Blanche, a cargo de la seccional el día del incendio, para quien pidió "la cárcel, porque esperó a las 16.50 para llamar a los bomberos y dejó morir quemadas a 13 personas". Entre lágrimas la mujer criticó además la investigación judicial. "A los familiares de los presos la jueza ni siquiera nos atiende.", indicó.
Casi una hora después de su llegada, la columna se retiró. "El escrache es la justicia del pueblo, y si no hay justicia, hay escrache", fue la promesa que cerró el acto.
Posteriormente, la Unidad Regional II informó que varios efectivos policiales habían resultado con lesiones leves al recibir golpes de piedras.



Los familiares pidieron a la jueza que establezca las responsabilidades de los policías.
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