Los diputados de la Alianza intentaron ayer ocupar el centro del debate abierto alrededor de la necesidad de bajar los gastos de la política, y adelantaron que si el Senado posterga hasta después de mañana la discusión sobre la reforma política iniciarán su tratamiento en la Cámara baja.
La conducción del bloque oficialista se reunió con el presidente Fernando de la Rúa para manifestarle su apoyo a la convocatoria para un plebiscito para que los votantes respondan, en octubre, si están a favor o en contra de recortar el gasto político en las provincias.
En el encuentro estuvieron el presidente de la Cámara de Diputados, Rafael Pascual (UCR), y el vicepresidente Rodolfo Rodil (Frepaso), y los titulares del bloque aliancista, Darío Alessandro y Horacio Pernasetti.
Alessandro explicó que la consulta popular podría ser convocada a través de un decreto del Poder Ejecutivo y consultar a la ciudadanía sobre gasto de las legislaturas, sistema de representación y bicameralidad.
Si se concreta a través de una ley del Congreso el plebiscito puede ser vinculante.
"Todos amenazan y nadie hace nada", agregó Pernasetti al momento de justificar el impulso que intentarán dar en la Cámara los legisladores oficialistas.
La jugada destinada a mostrar iniciativa política por parte del bloque oficialista incluyó la difusión de un temario de proyectos a tratar en la Cámara surgidos de los propios legisladores.
La lista contiene las siguientes iniciativas: ley marco para los entes reguladores de los servicios públicos, régimen de incentivos para las economías regionales, desregulación de las obras sociales y regulación de las empresas de medicina prepaga.
Sin embargo, la idea del referéndum también tiene críticos. Ayer expresaron reparos a la idea los diputados aliancistas Carlos Maestro (Unión Cívica Radical) y Carlos Raimundi (Frepaso), en posición similar a la que expresó el peronista Carlos Soria.
Mientras Maestro sostuvo que el referéndum tendría que hacerse "sólo si hubiera dificultades para concretar la reforma política y no se pudiese lograr el apoyo de algunos sectores", Raimundi dijo que "sería una demora de tiempo cuando sabemos lo que piensa la gente" y Soria rechazó la propuesta presidencial porque "sería como preguntarle a un sediento si quiere agua".
Avelín quitó aguinaldos
El gobernador de San Juan, Alfredo Avelín, anunció ayer que los funcionarios políticos de su administración no cobrarán el aguinaldo este año en lo que denominó "un gesto patriótico", al tiempo que fustigó al gobierno nacional porque "no cumplió con su compromiso de enviar los fondos a San Juan y motivó una crisis económica en el Estado provincial".
Fiel a su discurso de reducir los gastos de la política, Avelín dijo que "todos los funcionarios renunciarán al neto que les corresponde de aguinaldo a modo de gesto patriótico hacia la comunidad y debido a la grave crisis económica que vivimos".
El mandatario explicó que "esto no habría sido necesario si la Nación hubiera cumplido con su compromiso mandando los fondos que correspondían, ya que nosotros hicimos el ajuste que nos pidieron", aunque aclaró que "espero que ellos cumplan con nosotros el acuerdo que tenemos firmado".
Avelín aseguró que "le informaré de esto al presidente De La Rúa para que él haga lo mismo en todo el país y que la clase política demuestre su preocupación ya mismo, sin esperar tantos meses hasta que se llame a una consulta popular que de antemano ya sabemos cómo va a salir".
Dijo que "la Nación nos debe 17 millones" y que "por eso tenemos problemas para pagar los sueldos y los aguinaldos".
La Ciudad
