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El dolor y el fin de la vida

Eliphas Levi dice: "Todos los males del hombre previenen del temor y del deseo", como el temor al dolor, y el deseo por la vida física. Desde hace 5000 años Moisés nos indica "no matarás". Es el desconocimiento de la vida espiritual que nos hace valorar la vida física como lo prioritario y la muerte como única salida del sufrimiento. En la humanidad, según estadísticas recientes, hay más de un 50% de seres a favor de la eutanasia, reflejo de la verdad interna, aunque tenga pruebas suficientes de la vida más allá de la muerte y de Dios. El hombre ha implementado la competencia. Ya las cosas no se hacen por hacerlas bien, sino por el ser y el tener. Si no compite no gana y si no gana no sirve, denotando la desvalorización de todos los conceptos dignos y valederos. La competencia es uno de los motivos que nos lleva a aceptar la eutanasia, ya que aquella persona al no poder competir y encontrarse anulado físicamente sin poder "vivir la vida", prefiere la muerte. Nuestro estado evolutivo nos impide pensar que la vida no tendría fundamento sin la existencia de Dios, que la fe no es creer, sino tener la certeza de su existencia, además de saber que nos ama en forma absoluta, y que el objetivo de nuestra vida es experimentar y adquirir conocimiento, valorar la armonía con las leyes universales y amar. En conclusión tengamos fe en cualquier circunstancia por más dolorosa que ésta sea.
Altra, Centro de Estudios de Ciencias Universales