| | cartas El registro después de los setenta
| Soy un jubilado más del sur santafesino y pertenezco al grupo de personas que hemos cumplido 70 años. Unido a los inevitables problemas propios de la edad, debemos hacer frente día a día a la terrible situación económica y para colmo de males nos encontramos con decisiones, decretos y leyes que parecen dictados por personas que viven en otro país. Pareciera que no conocen la realidad argentina, o bien que el único afán es recaudar, recaudar y recaudar. Entre otras cosas resulta insólito que una persona que posee una moto, un automóvil y un camión, tenga que obtener y abonar tres registros de conducir. Además, resulta paradójico que los chicos, que a los 18 años servían para una guerra ahora no puedan conducir un camión antes de los 21. En un momento crucial que no hay trabajo se les está prohibiendo trabajar a los jóvenes. No estoy de acuerdo con que nos sea renovado el registro de conducir en forma anual sólo por la edad, previo pago de cada período. Los jubilados que con la ayuda del Todopoderoso tienen el privilegio de poder seguir conduciendo vehículos después de los 70 años, en su mayoría no pueden abonar todos los años un nuevo registro. Indudablemente, resulta una exclusión encubierta. Nos sentimos marginados y perjudicados. Aceptamos que se implementen disposiciones que tiendan a posibilitar un ordenamiento con medidas de control psicofísico periódico, etcétera, pero por favor, que no se estafe a los jubilados porque la mayoría cobramos la mínima, que de por sí es una vergüenza nacional. Oscar Pereyra
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