cartas

A la escuela media Nº 270 de Uranga

Fui docente de la escuela media Nº 270 de Uranga, durante casi 20 años. Por falta de transporte público y problemas de salud, pedí el traslado a la ciudad de Rosario, donde vivo. Quiero agradecer a la dirección de la escuela, a mis compañeros, de trabajo, a todos los que han trabajado y trabajan, a los padres de los alumnos y a la comunidad en general, los momentos compartidos, el amor, el apoyo y el compañerismo. A mis queridos alumnos que me brindaron cariño y respeto, tantas promociones pasaron, tantas penas por los que no están y otros tantos gratos momentos vividos, a todos los llevo en mi memoria y en mi corazón. Dicen que 20 años no es nada, en este caso, creo que sí, una parte de mi vida queda allí, en sus aulas, su patio, la cocina, en fin, en el pueblo. No fui a despedirme, no sé si podré, sea esta mi despedida y un hasta siempre, que Dios los bendiga. Quiero agradecer también, a la comunidad educativa de la Escuela Media 401 de Villa Amelia que si bien estuve con ellos estos dos últimos años, les guardo gran afecto.
Silvia Ciarlo