Año CXXXIV
 Nº 49.117
Rosario,
martes  15 de
mayo de 2001
Min 6º
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Opinión
Entre la solidez y la apatía

José M. Petunchi

Convivir con la confusión y la falta de identidad resulta peligroso. Porque se vive lejos del convencimiento. Y sin ideas claras y precisas es muy difícil alcanzar las metas a las cuales se apunta. Y este Newell's, que desde hace varios torneos da un paso para adelante y uno para atrás, puede dar muestras claras de esto. Porque en un partido se muestra sólido, agresivo y confiable (como ante Huracán y Lanús, e inclusive en esos 30 minutos ante River), a punto tal que la sensación dominante es que si a este equipo lo aguantan un poco en un futuro no muy lejano puede dar que hablar. Pero al siguiente cotejo parece caerse por su propio peso y se presenta como timorato, dubitativo e inofensivo (como se lo vio ante Almagro y Vélez). Y hace desvanecer cualquier ilusión que hasta ahora sólo parece presentarse como pasajera. No termina de definir su rol, como le pasó el domingo ante un rival mañero y con cierto oficio como Vélez. ¿Inexperiencia? ¿Falta de madurez? Puede ser, en parte. De hecho es la justificación preferida de los últimos técnicos que pasaron por el banco rojinegro, pero tampoco es la única causa de sus males. Al punto que dos de los jugadores importantes de este grupo, y que paradójicamente son jóvenes, como Rodríguez y Ponzio reconocieron que la derrota fue producto de los errores propios: "Nos dormimos y nos hicieron los goles". Los chicos del Sub 20 opinan fuera de la cancha con la misma autoridad que juegan dentro, dejando en claro que la derrota del último domingo en Liniers no tiene tanto que ver con un equipo en formación sino más bien con los errores y las distracciones de un conjunto que no termina de definir su identidad. Se podría aducir inexperiencia en el segundo gol de Vélez, en que Ponzio la perdió en la mitad de la cancha, o en el gol que se perdió Rosales, tras dejar en el camino al arquero Leyenda. Pero la falta de madurez poco tiene que ver con que Husaín haya recorrido casi 30 metros con la pelota sin que nadie le saliera a la marca antes de sacar el remate goleador. O que Crosa, que tiene más de 100 partidos en primera, se haya resbalado en el primer gol o que después le haya bajado el balón a Camps dentro del área. No en vano, el propio Ribolzi hizo una fuerte autocrítica al sostener que "fue el peor partido de Newell's". A los rojinegros, cuyo único objetivo importante a la vista es nada menos que el clásico ante Central, le quedan 4 partidos para definir su futuro mediato. Para saber si en el próximo torneo está en la conversación por los puestos de arriba, o si, por el contrario, repite las intrascendentes actuaciones de los últimos torneos, en que deambuló sin ton ni son por la mitad de la tabla.


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