Karin Zinzt
Dos truculentas historias en las que se mezclan la locura y la muerte centraron ayer la atención de crítica y público en la sección oficial competitiva de la 54 edición del Festival Internacional de Cine de Cannes.
Se trata de los filmes franceses "La pianiste", dirigida por el austríaco Michael Haneke y "Roberto Succo", de Cedric Kahn, nacido en París en 1966.
Haneke, que el año pasado había presentado "Code Inconnu" en competición, vuelve en esta nueva edición del certamen de Cannes con una adaptación de la novela de Elfriede Jelinek. También austríaca y nacida en 1946, Jelinek está considerada una de las más importantes novelistas de su generación y es la primera vez que acepta que una de sus obras sea trasladada al cine.
La película, protagonizada por Isabelle Huppert, narra la historia de una profesora de piano del Conservatorio de Viena que roza la cuarentena y cuya vida se reduce a una enfermiza convivencia con una madre controladora (Annie Girardot) y a frecuentar sórdidos espectáculos de cine porno.
Lo interesante del largometraje es la contradicción existente entre una persona espiritual que ama a Schubert y la perversa mujer que goza maltratando a sus alumnos y espiando a las parejas que hacen el amor.
"Roberto Succo", por su parte, es el primer filme de Cedric Kahn para la gran pantalla. Anteriormente había dirigido varios cortometrajes y películas para televisión. El filme cuenta la historia real de un parricida y asesino en serie italiano muerto en 1988.
Tras la proyección, Kahn dijo que su película se sitúa "entre la biografía, el filme de amor y el documental".
"Yo no quería convertir a Succo en un héroe -afirmó el realizador francés- no solamente por convicción, sino también por respeto a las víctimas". Los protagonistas de la película, son Stefano Casetti, Isild Le Besco y Patrick dell'Isola.
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La Ciudad
