Año CXXXIV
 Nº 49.115
Rosario,
domingo  13 de
mayo de 2001
Min 6º
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Mercados
Mejores perspectivas pese a un contexto hostil

Salvador Di Stefano

El contexto internacional comenzó a complicarse, producto de una marcada desaceleración de la economía norteamericana, y la incertidumbre que genera la próxima reunión de la Reserva Federal de EEUU el 15 de mayo, en donde se decidirá si se baja o no la tasa de corto plazo.
Este dato no es menor, cuando en nuestro país se esta trabajando en la renegociación de la deuda de corto a largo plazo y se busca avanzar en el Congreso con una ley de crédito público que permita que la deuda de la Nación y las provincias estén garantizadas con la recaudación fiscal nacional y la coparticipación a provincias, en forma indistinta.
En este último punto, lo que se busca es mejorar la calidad de nuestra deuda, para que tenga un mejor respaldo y de lugar a una baja significativa en su rendimiento.
En cuanto al megacanje de bonos la explicación resulta más compleja. Se está hablando de tomar deuda de corto plazo y transformarla en deuda de largo plazo, dejando de pagar los intereses en los primeros años y capitalizando los mismos.
La idea es muy buena pero hay que trabajar muy duro, ya que a futuro deberán enfrentarse vencimientos muy importantes, tanto de capital como intereses.
Entre los años 2001 y 2005 vencen 80.000 millones de dólares de la deuda externa, de este total se deben canjear 20.000 millones de dólares, con nuevos títulos que vencerán en los años 2011, 2021 y 2031. Estos nuevos títulos serían de una característica similar (no igual) a los bocones, que cuando salieron al mercado no pagan amortización y tampoco intereses, ya que este último lo capitalizaban para comenzar a pagarlo a partir del séptimo año.
En este caso no operaría un periodo de gracia en el pago de intereses tan largo, se buscaría la posibilidad de que sea de 3 años, de esta forma el Estado dejaría de pagar intereses por 2.000 millones en los primeros tres años, postergando el pago para el futuro, ya que los mismos se capitalizan como una nueva deuda.
Así, Cavallo estaría bajando el gasto público, ya que los intereses forman parte del gasto total. Como se aprecia el ministro no desea tocar el gasto político, y se vuelca a rearmar una ingeniería financiera con los bancos, AFJP y compañías de seguros.
Los nuevos títulos de largo plazo tendrían una tasa de interés que estaría compuesta de la siguiente forma: por un lado una tasa variable, que sería la tasa pasiva promedio del sistema, más una tasa fija adicional. De esta forma el gobierno no queda atado a una tasa de interés fija a largo plazo, sino que la misma variará, de acuerdo a como se modifique la tasa pasiva que abonan los bancos.

Los que ganan con el canje
El canje no resulta beneficioso para el público en general, pero sí para las entidades antes mencionadas, ya que el Estado les permitiría registrar estos títulos a valor nominal 100; cuando en la actualidad los títulos seleccionados para el canje tienen valor promedio de 90. Esto implica que en el corto plazo tanto los bancos, AFJP y aseguradoras tendrían una ganancia contable de 10, que les permitiría incrementar el capital y así flexibilizar algunas regulaciones que pesan sobre estos sectores.
El canje de bonos de corto a largo plazo está dirigido a un sector determinado. Una vez realizado, las partes involucradas se verán beneficiadas aunque los tenedores de los nuevos bonos perderán liquidez ya que no podrán desprenderse de sus tenencias hasta el vencimiento.
El megacanje sería de 20.000 millones aproximadamente. Si tenemos en cuenta que el stock de títulos públicos es de 93.000 millones, se estaría sacando del mercado el 22% de los títulos en circulación, lo cual dejaría menos en oferta y de producirse un aumento de la demanda, la suba en el precio sería muy importante. Con este escenario por delante, creemos que es muy probable que los títulos públicos muestren una fuerte suba en precios, y caiga la tasa de retorno de los mismos.
Por otra parte, en los últimos días se verificó una lenta pero constante suba de las reservas, con una mejora en los depósitos a plazo fijo, que se había convertido hace unos 15 días atrás en una mercadería escasa. En este escenario daría la impresión, que los próximos 15 días serán mucho más tranquilos, y que debería producirse un reacomodamiento de precios a la suba.
Desde el exterior el ministro parece no tenerla todas consigo, pero creemos que con el megacanje y la garantía de la recaudación sobre la deuda, se puede clarificar el escenario futuro. En cuanto a la Bolsa, los balances ingresados no son muy buenos, pero los precios están tan bajos que, a pesar de todo, resulta atractivo tomar posición en acciones, ya que la reversión podría ser muy fuerte a mediano plazo.


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