Lucas Ameriso
Escéptico y sin pelos en la lengua -pese a que su labor excluye a las palabras-, el caricaturista Hermenegildo Sábat estuvo en Rosario y dialogó con La Capital del humor en los tiempos de crisis y de la democracia como concepto fundamental de la sociedad. -¿El malhumor social de la Argentina impacta negativamente en la idea de hacer reír a la gente? -Procuro que la gente se sonría, y si no es así sería motivo de disgusto para mí. La sonrisa mejora aunque no soluciona. -¿Cree que resulta más punzante la ilustración que el texto? -No podemos competir con las noticias y nuestro trabajo no es más importante que las noticias. No es pasar por encima de las noticias ni de los personajes que la generan. -Usted es generalmente escéptico cuando habla de la democracia argentina... -Lo que creo es que acá, desgraciadamente, hay un pobre ejercicio cívico de la democracia. Si un tipo se muda a un barrio, la gente en vez de integrarlo se pone a pensar a quién robó para tener la casa nueva que tiene. Acá se sospecha de todo, la convivencia es negativa y tenemos que mejorar estas cosas independientemente de lo político. -¿En qué medida ciertos valores que se infunden desde arriba hacia abajo no influyen en que la sociedad reaccione de esta manera? -Esto tiene que ser limado lentamente. No se va a arreglar de manera mágica y hay que confiar en la democracia y en la educación que es fundamental. -Usted decía que la gente quiere cambiar semanalmente de presidente... -Acá lo que pasa es que la Argentina es un país enorme, subpoblado y si tuviese la población que su extensión merece estaríamos en Sierra Leona, Africa. Y con una hidrocefalia de porteños. Pero creo que hay que tener optimismo no hay que apostar a lo negativo. En otros lados están muchísimo peor que acá. Hay que ver cómo se vive en Rusia. Acá somos bacanes comparados a los rusos. -¿Se rompió en la Argentina la cultura del esfuerzo? -Creo que sí, porque cuando uno va a Holanda, al lado de las vías del tren hay plantadas lechugas. Acá ha habido una extrema generosidad natural que unida a la subpoblación ha hecho incluso que la gente pobre coma carne maravillosa. Acá se utilizan las cosas malas de otro lado para convalidar las cosas pésimas. Esto no sirve. -¿No le parece que en la Argentina hay una cultura que premia al chanta que hizo la plata fácil? -Está todo a la vista. La gente sabe las cosas que pasan y está enterada. Si no lo sabe lo lamento por la gente. -¿A pesar de la malaria económica la gente tiene capacidad para reírse? -Sonreír, no reír. Soy escéptico no fatalista. -En sus dibujos Menem siempre aparecía ligado a un sillón presidencial... -Menem estuvo 10 años, y quería estar más y no pudo. Por eso empecé a hacer estos dibujos. -¿Hay algún tipo de elemento que pueda representar al gobierno de De la Rúa? -No porque es un gobierno muy reciente, no tengo elementos para signarlo. -¿Este gobierno es presidencialista o hay dos presidentes? -Este país no tiene dos presidentes. Yo no me confundo, podrá haber un ministro influyente. La democracia eligió a un presidente y la gente es muy ansiosa. Si la gente pudiera habría un presidente a cada semana. -¿Cómo va a impactar en su trabajo, la retirada de Chacho Alvarez de la escena política? -Si Alvarez no va a intervenir públicamente, entonces no aparecerá en los dibujos. Mi trabajo deriva de las noticias. -¿Se le ha enojado alguna persona que ha caricaturizado? -Es muy probable. Algunas veces me entero pero no lo puedo manejar. Cuento con el respeto de la gente que trabaja conmigo. Pero una caricatura no cambia a los países, no es subversiva, es simplemente un comentario gráfico.
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