Año CXXXIV
 Nº 49.115
Rosario,
domingo  13 de
mayo de 2001
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Opinión
Reutemann tiene razón

Evaristo Monti (*)

Reutemann, a quien sus amigos llaman Lole, los cortesanos Carlos Alberto como en las telenovelas mexicanas y los enemigos "el corredor", tiene razón. La Argentina vive una experiencia inédita: su régimen es presidencialista hoy sin presidente pero con tres gobernadores (de rubro político distinto al disfumado presidente) que para sostener el sistema lo ayudan mientras sus aliados lo patean. Para cubrir el vacío presidencial hubo que inventar un primer ministro.
El gobernador tiene razón cuando auspicia privatizar el aeropuerto de Rosario para ubicarlo en el encuadre adecuado y no dejarlo como una isla. Se opone Binner, que menos el banco privatizó todo, al extremo de que las multas por mal estacionamiento las hace un concesionario sin responsabilidades de funcionario público. El colmo es la privatización de hecho de un espacio público para que un matonzuelo lo explote como estacionamiento para los boliches de Pichincha con manifiesto auspicio de funcionarios. ¿Quién se lleva la plata? Se sigue permitiendo el tráfico de influencias que sin éxito intento prohibir porque los aliancistas se niegan (aconsejo ver dictamen sobre el arquitecto Cerfoglio en el caso demolición finca Córdoba al 1600).
Tiene razón Reutemann cuando habla de reformar la Constitución de la provincia, cuyos artículos 114 y 115 establecen condiciones prolijas para modificarla y porque bien concebida en 1962 envejeció, víctima de la dinámica de los tiempos. Actualizarla es quererla, sus enemigos la quieren vieja. Rejuvenecerla costará el 5% de lo que gastó Alfonsín en su payasada de trasladar la Capital Federal a Viedma. En la C. N. hay un mandato nuevo, artículo 123, que ordena a las provincias dictar la propia, en concordancia con el artículo 5, incorporando la autonomía municipal en vez de la indefinición vigente, que no la definía. Las constituciones se modifican por convenciones, no por decretos, aunque hayan caído transitoriamente por golpes militares. La Constitución provincial debe seguir a la nacional y suena absurdo que se intente falsificarla, por ejemplo, negando la reelección del gobernador. En consonancia con la Nación y todas las provincias actualizadas, el gobernador podrá ser reelecto. La gente ha sido arrinconada a no creer en nada, pero al Lole le creen.
Reutemann tuvo razón cuando privatizó la Dipos. ¿Acaso se podía seguir en aquellas condiciones? Hoy los rosarinos beben la mejor agua potable del mundo, lo que vuelve gasto inútil comprar agua envasada. Resulta sospechoso que se ataque a Aguas Provinciales en nombre de la reformulación del contrato, como si el gobierno nacional no lo hiciera a cada rato -trenes, subtes, telefonía, peajes, aguas, etcétera- o el gobierno socialista de Rosario no lo practicara constantemente como en semáforos (lo que ocurre con los semáforos tiene olor a escándalo), transporte urbano, Scalabrini Ortiz, emprendimientos en la costa, el negocio de la noche o donde ponga la lupa.
Reutemann tiene razón cuando quiere vender la EPE, como De la Sota en Córdoba, para obtener mejores tarifas. Estamos condenados, si no traemos capitales, a regresar a 1988 según acaba de hacerlo Brasil: se quedó sin electricidad y desde junio habrá cortes de cuatro horas diarias. Tiene razón Reutemann cuando mira de reojo el Mercosur coincidiendo con Cavallo para quien la relación con Brasil, al devaluar el real, se volvió imposible. Debemos ir al Alca, obvio.
Tuvo razón Reutemann cuando entendió a Chacho Alvarez como un outsider. Al Chacho le pasó como al teniente Lightoller, único sobreviviente de la tripulación del Titanic cuando, interrogado por el juez -"¿por qué abandonó el barco?"-, contestó: "No, Su Señoría, yo no abandoné el barco, el barco me abandonó a mí". Tiene razón Reutemann cuando dice que si desde el 97 a la fecha el gasto público aumentó 6.000 millones, sin rigor de prudencia no tenemos salida.
Tiene razón Reutemann cuando respalda a Bondesío para adecentar la Caja de Jubilaciones donde viven los muertos y son inválidos los tipos más sanos y fuertes. Tiene razón cuando denuncia operaciones binneristas presionándolo por el aval al crédito del BID de 45 millones para financiar los accesos a Rosario, aun cuando Binner baje el tono. Reutemann debe pensar: "¿Le firmo un aval por 45 millones a un intendente que confiesa no tener recursos para trasladar la Maternidad Martin?". Miremos los hechos: no nos mandan los planes Trabajar ni Binner pone los mil empleos que hice votar ni le pasa a Salud los dos millones que le impone el presupuesto, pero los nenes bien de Franja Morada, el radicalismo universitario y el Frente Grande los contrabandean en Buenos Aires y en Rosario los disfrazan de becas y pasantías.
Viene Cafiero hijo y le promete alegremente a Binner -quien aparenta creerlo- que le mandará 45 millones para erradicar villas miseria, justo cuando el secretario de Hacienda de la Nación, Jorge Baldrich, anuncia que se canceló la plata para toda la obra de infraestructura y el interventor del Pami, Federico Polak, anticipa que la obra social de cuatro millones de jubilados no tiene un peso. Tiene razón Reutemann cuando estimula el seguro de salud que creó su ministro Parola para los más pobres, lo único trascendente que en materia de salud se hizo desde los tiempos del insigne radical Arturo Oñativia.
Ultimamente subieron tres cosas en la Argentina: 1) el riesgo país, 2) los impuestos, y 3) la confianza en Reutemann. Circula este chiste: "El Lole es tan fuerte que en cinco días, 22 y 27 de abril, ganó dos internas, la radical ungiendo a Usandizaga y la peronista ungiendo a Julio Gutiérrez". La segunda parte del chiste se leyó en La Capital del 8 de mayo, cuando Usandizaga -con hidalguía- retribuye la atención y lo proclama futuro presidente. Así será.
(*) Concejal justicialista



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