| | cartas Triste final de las residencias médicas
| Este año en el Hospital de Niños "Víctor J. Videla" se produce una profunda modificación respecto a la formación de futuros especialistas en pediatría. Se trata de la desaparición de la residencia, pilar de la atención médica, generadora y acompañante de la actividad docente y asistencial. La articulación de docencia y asistencia se verá afectada en tanto este nuevo sistema de formación acentúa lo relativo a la práctica asistencial dentro del hospital. Aparece, además, el arancelamiento, o sea que la sola condición de poseer el dinero para pasar por "caja", automáticamente abre la puerta del saber/poder/capacitación para el posgrado, quedando fuera de esta propuesta aquellos que no cuentan con los medios para poder intentarlo. Esta modalidad que "vende" posibilidades se relaciona íntimamente con otros proyectos que apuntan a transformar a la educación pública y gratuita en sus distintas expresiones en un bien de mercado cercenando una vez más del derecho de la gente. A esta grave realidad se le suman las instituciones y funcionarios que en el mejor de los casos esbozan tibias justificaciones o guardan un silencio cómplice porque "no hay otra". Ante esta nueva situación, que se suma al profundo deterioro de nuestro trabajo médico, es que invito a reflexionar y a accionar para intentar una modificación de estas condiciones, ya que, aunque sea tarde para decirlo, es preferible a callarlo. Gerardo García
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