Graciela Malamud
Ushuaia, paisaje deslumbrante de montañas, bosques, ríos y lagos, lugar mágico en el punto más austral del mundo. Un paraíso con el que el turista siempre soñó y donde la vida tiene otro sentido. Y para que este otro sentido sea enteramente disfrutado no hay mejor lugar que hospedarse en Las Hayas Resort Hotel: cinco hectáreas de bosques sobre el canal de Beagle. Hotel de lujo, el único cinco estrellas ubicado dentro de este paraíso natural. Resulta un privilegio acompañar ese sueño mágico, disfrutando de las mejores comodidades y servicios al más alto nivel hotelero. Posee 96 habitaciones y suites, excelentemente decoradas, con amplios ventanales para incorporar la increíble vista de los Andes y una gastronomía de primer nivel. Comienza a la mañana con los desayunos provistos de un magnífico buffet con croissantes recién horneadas y pastelería regional, como para despertar temprano y disfrutar con todos los sentidos de esta zona de hermosura sobrecogedora: el mar, la bruma, el sol amarillo adherido al horizonte, por un lado, y a los bosques de lengas y ñires, por el otro. Si deseamos almorzar o mejor aún cenar, dentro de un ambiente romántico con vista al canal y a las luces de la ciudad lo podemos hacer en el restaurante Martial, junto a una surtida bodega, dentro de un ambiente cálido y refinado, ideal para degustar la mejor centolla fresca o el más tierno cordero patagónico. Pero no todo es gastronomía, no es para preocuparse. El pasajero puede disfrutar junto a un fuego acogedor de la lectura de un buen libro o de una charla íntima, o bien sumergirse en la piscina climatizada con el fondo de roca de montaña, en el jacuzzi o en el sauna mientras contempla el bosque. Para aquellos que son deportistas el hotel está provisto de un completo gimnasio y de una cancha de squash. Para los amantes del golf, el resort posee la cancha de nueve hoyos más austral del mundo circundada por las montañas y sus glaciares que convoca a jugadores de todas las latitudes. Las Hayas Resort Hotel es un lugar muy especial, perfecto para redescubrir el silencio y sus sentidos, la naturaleza y su magnificencia, y esa sensación tan extraña de haber llegado al confín de la tierra. Más allá: no hay sino mar y la Antártida, muy lejos.
| Desde los ventanales del hotel se divisa la cordillera. | | Ampliar Foto | | |
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