Exigen más controles a los boliches de Venado

Carlos Walter Barbarich

Venado Tuerto. - La concejala Celia Bazet de Giovanetti presentó un proyecto de resolución para que la Municipalidad haga cumplir la ordenanza que regula la habilitación y funcionamiento de bares, pubs, confiterías y boliches bailables. "Hay muchísimas quejas de los vecinos y se debe sancionar a quienes no cumplan con la ley", advirtió la legisladora. Para Giovanetti "en distintas ordenanzas, a lo largo de los años, se han producido modificaciones y establecido nuevas pautas que la Municipalidad, no ha sabido, no ha querido o no ha podido hacer cumplir".
El problema de los vecinos que reclaman por controles nocturnos, no es algo nuevo en la ciudad ni tampoco es patrimonio exclusivo de Venado Tuerto ya que en otras localidades, incluso Rosario, también se suceden quejas en este sentido.
"En estos últimos tiempos hemos recibido reclamos en el Concejo de vecinos respecto del funcionamiento de un pub ubicado en calle Casey", dijo la edila, quien admitió que "una de las partes demandantes, son las personas que trabajan en el Sanatorio de la Ciudad".
Ruidos excesivos, veredas orinadas y vómitos por todos lados es la queja constante que los vecinos denuncian. "Dos por tres se arman una peleas increíbles en la zona y a la mañana siguiente se pueden observar vidrios rotos por todos lados", dijo una vecina del centro de la ciudad. Según Giovanetti "el comercio ubicado en calle Casey no es el único que no respeta las normas vigentes, como por ejemplo el horario de cierre o el volumen de la música, sino que también se reciben reclamos de otros lugares nocturnos" por lo que -sugirió- "la Municipalidad debe tomar cartas en el asunto".
Otro de los problemas denunciados tiene que ver con "la creciente instalación de quioscos o similares que proceden a la venta de alcohol para que los eventuales clientes utilicen las veredas como lugar de consumo y hasta incluso se coloquen sillas y mesas en la veredas", lo cual está prohibido por ordenanza. "Esa situación constituye una clara competencia desleal para todos los comercios que cumplen con los requisitos legales y hasta abonan los cánones al municipio. Esta nueva modalidad de consumo, si bien es cierto que forma parte de la crisis económica actual, no deja de ser injusta y arbitraria hacia los comerciantes que cumplen normalmente con las ordenanzas".