cartas

Lector satisfecho

Por muchos años, excepto por algún particular aviso o noticia no fui lector de este diario. Los motivos varían: falta de compromiso o dinamismo serían algunos de ellos. En forma casual descubro su transformación: impactantes denuncias de sobornos en áreas siempre intocables, comentarios agudos sobre temas de actualidad e imparcialidad en sus notas y editoriales. Fuente de consulta y reflexión, la palabra escrita puede ser peligrosa si contiene parcialismo, falta de ética u orientación tendenciosa. Este no es el caso de La Capital y por ello estoy satisfecho de haberme entregado a su lectura para poder ser parte, de alguna manera, del desarrollo, los defectos y las virtudes de una ciudad querible como la nuestra.
Hugo E. Müller