Año CXXXIV
 Nº 49.114
Rosario,
sábado  12 de
mayo de 2001
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El Estado y el privado debaten sobre competitividad
Los productores porcinos buscan una reactivación en cadena
La importación, la distorsión de precios y la evasión fiscal son los problemas más importantes del sector

Las nuevas autoridades de la Secretaría de Agricultura de la Nación convocaron a distintos sectores a discutir y a efectuar propuestas para las distintas cadenas agroalimentarias en vistas de delinear estrategias para cada área de competencia. Uno de los primeros sectores que comenzó la tarea fue la actividad porcina donde se elaboró una matriz Foda donde se exponen las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas de la actividad. Uno de los principales déficit de la producción porcina es la inexistencia de un plan nacional y el escaso consumo de carne fresca de cerdo en el mercado interno. La importación de países con políticas proteccionistas constituye una de las amenazas y la mayor expectativa para el sector viene de la mano del desarrollo de diferentes productos y el aumento del consumo mundial de carne.
Las nuevas autoridades de la Secretaría de Agricultura convocaron a los técnicos de las distintas áreas para realizar análisis de cada sector y uno de los primeros en arrancar fue el sector porcino.
Para cumplir con el objetivo, se elaboró una matriz Foda donde se analizan los fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas para el sector. En los foros de discusión participaron más de 45 representantes de la industria y la producción.
Si bien la matriz aún está sujeta a discusión, las primeras reuniones permitieron esbozar un perfil de la realidad de la actividad porcina y el desafió es la elaboración de propuestas concretas que aporten al sector.
La lista se engrosa a la hora de marcar las debilidades y la enumeración la encabeza la falta de un plan porcino nacional de enmarca una política general y que contemple no solo la producción sino también la comercialización del producto final.
El borrador de la discusión sitúa también como debilidad los aspectos como:
- Bajo consumo interno de carne fresca de cerdo.
- Distorsión de precios en la comercialización de la carne fresca.
- Negativa percepción del consumidor hacia la carne porcina.
- Falta campaña de promoción y difusión de la carne porcina.
- Frágil vinculación producción primaria-industria.
- Falta de control del sistema de tipificación por magro.
- Competencia desleal. Evasión fiscal.
- Costos internos no optimizados (por ejemplo, guías).
- Difícil acceso al crédito.
- Peste porcina clásica.
- Plan de erradicación ineficaz.
- Falta de vocación exportadora con valor agregado.
- Transferencia de recursos entre sectores.
- Demanda interna desabastecida por la producción nacional.
- Falta de tecnificación industrial.
- Escala de faena de las plantas por debajo de sus potencialidades.
- Impredecibilidad de cobro y excesivos plazos de pago.

Una luz de esperanza
Pero no todo parece teñirse de color negro en la discusión ya que también aparecen señales que dan un toque de esperanza. Lo que aparece como debilidad-el escaso consumo de carne porcina-se vislumbra también como una oportunidad si se intensifica la tarea para que aumente.
Los datos dan cuenta que el consumo por habitante por año de carne de cerdo es de 8 kg de los cuáles sólo el 13 por ciento es de carne fresca.
El bajo nivel de consumo en el país se atribuye a la falta de información del consumidor de las cualidades, calidades y posibilidades de la carne de cerdo, además de la falta de un canal de comercialización eficiente que permita integrar la res.
Otra de las oportunidades viene de la mano del comportamiento del consumo mundial, donde la carne de cerdo ocupa uno de los primeros lugares. La producción de carnes es de 227 millones de toneladas de las cuales 88,4 millones corresponden a carne porcina que se caracteriza por un bajo intercambio comercial (3%). Este porcentaje señala, además que la mayor parte de lo que se produce se consume en el mercado interno y esta tendencia se manifiesta con más fuerza en aquellos países productores de cereales.
La gran aptitud de los suelos y clima argentino, conjuntamente con la genética y la tecnología disponible, podrían ser elementos que aporten mayores oportunidades en el sector.



El sector porcino, uno de los más golpeados por la crisis de competitividad.
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