El ex comisario bonaerense Miguel Etchecolatz, acusado de gravísimas violaciones a los derechos humanos, fue absuelto ayer en un juicio por "amenazas" contra un grupo de jóvenes que lo repudió en una plaza porteña y fue sacado del tribunal en medio de un simulacro para evitar que fuera agredido.
Es que activistas de izquierda y de organismos humanitarios se congregaron frente al juzgado desde el comienzo de la audiencia con la clara intención de repudiarlo.
Entonces, después de conocerse el fallo, un cordón policial sacó del lugar a un hombre que no era Etchecolatz pero que fue confundido por los militantes, quienes se abalanzaron sobre el patrullero, lo escupieron y lo golpearon con sus pancartas.
La prensa también cayó en la trampa del impresionante operativo de distracción y sólo se descubrió cuando los reporteros gráficos cotejaron sus fotos. Entretanto, el verdadero ex comisario salió tranquilamente más tarde y en otro vehículo.
Los militantes enojados con el fallo también le pegaron palazos a un camión policial que estaba frente al juzgado.
El juez correccional Omar Facciuto leyó el veredicto al mediodía, en un clima de extrema tensión en la sala de audiencias del tercer piso de Lavalle 1638, de Capital Federal, donde se escucharon insultos contra el ex comisario de la última dictadura.
Para el juez, Etchecolatz no fue culpable del delito de amenazas, pese a que admitió durante las audiencias que había esgrimido un arma, supuestamente de juguete, como reacción ante una agresión de los jóvenes que le arrojaron huevos, ocurrida en 1999 en la plaza Monseñor D'Andrea, en Córdoba y Anchorena de esta ciudad.
Igual Etchecolatz no quedará libre, ya que debe cumplir el arresto domiciliario ordenado por el juez federal Arnaldo Corazza en una causa vinculada con la sustitución de identidad de una hija de desaparecidos.
En la pequeña sala del juicio se filtraron constantemente los cánticos de los manifestantes -mayoritariamente del Movimiento Socialista de los Trabajadores- que, con megáfonos, advertían: "Como a los nazis les va a pasar, adonde vayan los iremos a buscar".
Hubo un fuerte operativo de seguridad que incluyó el vallado de la zona aledaña al edificio y medio centenar de uniformados.
La absolución fue rechazada por los dirigentes de derechos humanos, como la presidenta de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, Nora Cortiñas (presente en la sala), quien opinó que "Etchecolatz ya tiene la condena pública por lo que es y por lo que hizo".
Etchecolatz fue lugarteniente del fallecido jefe de la Policía Bonaerense durante la dictadura Ramón Camps.
Ayer, al pronunciar sus últimas palabras antes de conocer el veredicto, Etchecolatz trató de reivindicar a la última dictadura militar; se consideró a sí mismo como un personaje "con historia, no con historieta", y fustigó desde la ideología a los jóvenes a los que presuntamente amenazó en 1999, al tiempo que se definió como un hombre cuyo "estilo" es "no arrodillarse y pedir perdón".
"Necesitan mártires"
"Esos jóvenes, cuando ocurrieron los hechos que sometieron al país en el caos y la tragedia, no habían nacido; la ideología sigue haciendo su trabajo, pero no lo hace sobre los adultos que ya tienen una personalidad definida sino sobre los jóvenes que no la tienen. Necesitan mártires y personas a martirizar", afirmó.\Al leer un escrito de cinco carillas, el ex comisario buscó dar una imagen de hombre apegado a la ley, que "por personalidad y principios siempre ha guardado especial reverencia a los que administran justicia".\Etchecolatz evocó el incidente que protagonizó con los jóvenes que lo repudiaron arrojándole huevos: "Como simple y vulgar ciudadano salí a pasear a mi mascota por la plaza llevando una bolsa para levantar residuos de las necesidades de mi perro, tal como establecen las normas".\El 26 de abril pasado, el ex comisario había quedado cerca de la absolución, pues el fiscal Sebastián Randle pidió que el ex comisario no fuera condenado. El fiscal justificó su pedido de "absolución de culpa y cargo" en que Etchecolatz repelió una "agresión ilegítima".\El defensor de Etchecolatz, Adolfo Casabal Elía, también pidió la absolución del ex comisario.\Pero la visión de los abogados de la querella, Horacio Ravenna y Ernesto Moreau, que pidieron tres años de prisión, fue bien distinta: "Estamos frente a un hombre que se vanagloria de los crímenes cometidos", afirmaron.
La Ciudad
