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El día de la vergüenza rosarina

Hace ya ocho años que un demente, haciendo abuso de un medio radial, logró institucionalizar entre los alumnos de nuestras escuelas el Día de la Chupina. Hace ya ocho años que presenciamos, impotentes, desmanes de grupos que deberían tener cierto nivel cultural por ser alumnos de escuelas medias. Da vergüenza ajena escuchar la chatura del lenguaje de los chicos entrevistados y la liviandad con que toman estas actitudes. Sin embargo, ante la evidente ausencia de la autoridad de los padres, los funcionarios responsables, comenzando por el ministro de Educación, esconden la cabeza y hacen como que no oyen ni ven. Es de esperar que el señor Rébola por lo menos se manifieste para sancionar a esos alumnos como consecuencia de las actitudes adoptadas. Tampoco carecen de responsabilidad las autoridades municipales. En sucesos como éstos, uno observa que generalmente la prensa oral y escrita vernácula es complaciente. Por eso debo señalar mi satisfacción con el tratamiento que le diera este matutino, en el artículo de opinión titulado "Rebeldía boba".
Elida Acerbi